MADRID, 23 (EUROPA PRESS)
"Ya hemos dicho que Medvedchuk es un ciudadano de Ucrania, y no es un militar", ha zanjado Peskov, quien ya en diferentes ocasiones ha mostrado la negativa del Gobierno del presidente, Vladimir Putin, en intercambiar militares ucranianos detenidos a cambio del famoso diputado prorruso de Plataforma Opositora por la Vida.
"En el caso de las personas que se rindieron en Azovstal, estamos hablando de militares y miembros de formaciones nacionalistas, por lo que son categorías completamente diferentes y aquí apenas se puede hablar de intercambios", ha explicado el portavoz del Kremlin.
En lo que respecta al posible intercambio de estos combatientes ucranianos con militares rusos, Peskov ha preferido no entrar en detalles y se ha limitado a señalar que las entregas de prisioneros de un bando y otro es un proceso que ocurre "constantemente de una forma u otra" y deja en manos de Ucrania el siguiente paso a dar. "Son ellos quienes, si es necesario, hablarán", ha dicho.
Antes que Peskov, ha abordado el tema el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Andrei Rudenko, quien ha limitado cualquier intercambio de los prisioneros hechos en Azovstal "que no contradiga el sentido común".
Mientras tanto, todos los prisioneros ucranianos que depusieron las armas en Azovstal permanecen bajo custodia en la autoproclamada república de Donetsk, en donde está previsto que sean juzgados bajo un "tribunal internacional".
Así lo ha hecho saber Denis Pushilin, el líder de esta autoproclamada república prorrusa, quien ha asegurado que "actualmente se está elaborando el estatuto del tribunal", según ha contado a la agencia de noticias Interfax.
El viernes Rusia informó sobre la retirada total del Ejército ucraniano de la planta siderúrgica de Azovstal, último reducto en el que permanecían parapetadas las fuerzas leales a Kiev en la asediada ciudad de Mariúpol.
Según las cifras ofrecidas por Moscú, desde el pasado 16 de mayo, cerca de 2.450 entre soldados de las fuerzas ucranianas y combatientes de grupos paramilitares, como el Batallón Azov, han depuesto las armas y abandonado la planta de Azovstal. Entre los arrestados, hay 78 mujeres y algunos ciudadanos extranjeros.