En agosto de 2020, un hombre se infiltró en la infame isla de Little St James, ubicada en las Islas Vírgenes de Estados Unidos, y a la que los lugareños se referían como “isla pedófila”. Se trató de Andy Bracco, quien dio testimonio de qué fue de la isla en donde Jeffrey Epstein llevaría a cabo la mayoría de sus crimines de tráfico sexual infantil.
Según los fiscales del caso de Epstein, esta isla fue el centro de la red internacional de abuso sexual, donde se confinó y agredió a niñas de hasta 14 años. ¿Qué le sucedió a la isla desde la muerte de Epstein en 2019 y en qué estado se encuentra ahora?
El 22 de abril de 2021, los equipos de demolición derribaron la mansión de Epstein en Palm Beach, Florida, lo que dio paso a una nueva casa destinada a borrar su memoria. No es el mismo caso para Little St James, que a Epstein le gustaba llamar “Little St Jeff”, pues esta parece haber cambiado poco desde los días en que Epstein la convirtió en su residencia principal, protegida de los ojos y lentes intrusos de gobiernos y periodistas.
La isla seguiría resguardada por mucha seguridad
Según Bracco, la isla todavía estaba custodiada por sistemas de seguridad en agosto de 2020. “Hubo una parte muy preocupante cuando no nos dimos cuenta lo que creo que era una cámara infrarroja junto a la torre de comunicaciones”, declaró a Newsweek. “Apuntaba directo a nosotros, y si había un sensor frente a nosotros y según el software que tuvieran, podría haber disparado una alarma. Así que tuvimos que apresurarnos”.
The Sun recogió del mismo testigo que “hay seguridad activa allí... la ruta que tomamos evitó muchas cámaras en la isla, junto con los trabajadores y los guardias”.
En abril de este año, el Sunday Mirror informó que los trabajadores habían quitado un gran reloj de sol decorativo, varias esculturas y estatuas, y las iniciales “JE” grabadas en el costado de un “templo” de rayas azules y blancas de estilo egipcio en la esquina suroeste de la isla.
“Parece que tratan de borrar cualquier recuerdo de Epstein de la isla”, comentó un lugareño al Mirror. “A pesar de que parece un paraíso en la tierra, cualquier conexión con un hombre como Epstein es mala. Todos aquí solo quieren olvidarse de él y de lo que se le acusa”.
Pese a todo esto, tanto Little St James como su hermano mayor, Great St James, que Epstein también compró en 2016, han atraído el interés de compradores ricos.
Según el Miami Herald, cuya investigación “Perversión de la justicia” en 2018 ayudó a desencadenar la caída final de Epstein, existe competencia entre varias partes que planean usara como residencia privada, y algunos incluso firman acuerdos de no divulgación con el patrimonio de Epstein.