Un pasajero de un crucero que navegaba por el Caribe fue detenido, después de que se descubriera en un baño público una cámara oculta con videos de decenas de personas, incluidos niños, según informaron las autoridades.
Jeremy Froias, quien hasta esta semana trabajaba como oficial de seguridad cibernética para la ciudad de Kissimmee, en Florida, según reportó el periódico The Washington Post, fue detenido el pasado miércoles en Puerto Rico y acusado de voyeurismo por video e intento de posesión de material de explotación infantil, según documentos judiciales.
Denuncia
Según una denuncia penal presentada ante el tribunal federal de San Juan, Froias embarcó en el barco Harmony of the Seas de Royal Caribbean en Miami el 29 de abril para realizar un viaje de siete días. La embarcación tenía previsto hacer escala en Saint Maarten, Puerto Rico y las Bahamas antes de regresar a Miami el pasado sábado.
Un día después de comenzar el viaje, mientras el barco se encontraba en aguas internacionales, Froias puso una cámara Wi-Fi oculta en un baño público de la cubierta superior del barco, entre un simulador de surf y un bar, según informaron las autoridades. Un día después, otro pasajero vio la cámara y alertó a la tripulación.
“El asunto se comunicó de inmediato a las autoridades locales y federales, y el pasajero implicado fue expulsado del barco por las autoridades para continuar con la investigación”, declaró Royal Caribbean en un comunicado.
Cámara incautada
El personal de seguridad del barco incautó la cámara y encontró varias horas de archivos de video en una tarjeta de memoria, según las autoridades. Las imágenes mostraban a Froias escondiendo la cámara y apuntándola hacia el baño.
Según los investigadores, en los videos aparecen más de 150 personas, entre ellas al menos 40 niños. Algunos estaban al menos parcialmente desnudos. Froias y la cámara fueron finalmente entregados al FBI en Puerto Rico. Un abogado defensor de Froias declinó hacer comentarios sobre el caso.
Froias compareció ante el tribunal para una audiencia de fianza el lunes en Puerto Rico; un juez dijo que podría ser liberado con una fianza de 25,000 dólares, según The Washington Post, pero que necesitaría usar un dispositivo de monitoreo electrónico, entregar su pasaporte y limitar sus viajes a Puerto Rico. No se le permite usar internet ni tener contacto sin supervisión con ninguna persona menor de 18 años, incluidos sus dos hijos.