Aunque parezca increíble, en muchos lugares del mundo los niños no saben qué es estar en contacto con el medio ambiente. Por esta razón, la Dra. Tanja Sobko, académica de la Universidad de Hong Kong y destacada investigadora en temas de Educación y Nutrición Infantil, ha creado un programa, Play & Grow, en el que enseña a niños de 2 a 5 años a cómo conectarse con la naturaleza y de esta manera mejorar su bienestar. Ha trabajado en estos temas en Australia, Suecia, Japón y China, entre otros países. Metro habló con ella sobre su programa y sobre la pujanza de las nuevas generaciones para cuidar el planeta.
¿Cómo ideó el programa?
–Trabajé antes en Suecia en un programa de prevención. Pero cuando llegué a Hong Kong y lo traté de implantar, me dí cuenta de que a los chicos no les gustaba mucho salir, por lo que tenía la ciudad y por su miedo a la naturaleza. Entonces me dí cuenta de que había que cambiar el modo en que se veía la naturaleza y así cambié el programa también. Pasé de la prevención a crear una conexión con la naturaleza. Pensé en ese concepto: la conectividad con ella y nuestro estilo de vida. Pienso que ahora que mucha gente vive en un ambiente urbano, los niños están más desconectados de la naturaleza.
Los chicos de antes no tenían miedo de los árboles ni el césped, pero los chicos de hoy no están familiarizados con ello. Y tienen mucho más miedo de estar afuera. Están más familiarizados con la tecnología. Y ahí están seguros, pero no más sanos. Así que la naturaleza y su relación con ella son muy importantes y eso es lo que trabajo. Va enfocado en niños de dos a cinco años, que es el desarrollo temprano de la infancia. Y ese es el periodo más importante para introducirlos en la naturaleza. Y eso es importante, hay muchos estudios que muestran que la gente afuera, cuando está en la naturaleza, come, duerme mejor, siente menos presión. En los niños no se ha estudiado mucho, pero yo comencé con el programa con la Universidad de Hong Kong y he hallado resultados bastante interesantes: aquellos niños que están fuera son más abiertos y más conectados con la naturaleza, su comportamiento mejora, su socialización también y también tienen mejor calidad de vida. Eso era lo que vivía antes la gente, pero ahora tenemos que reintroducirlos a conocer la naturaleza.
¿Cuáles han sido los mayores desafíos a la hora de abordar el proyecto?
–Los padres. Ellos están muy ocupados y pues es muy inconveniente para ellos sacar a sus hijos a la naturaleza. Hay que sacar tiempo, porque cuando estás en contacto con la naturaleza, debes dejar que todo fluya y no todo sale como es planeado. Y pues ellos tienen que estar ahí y estar todo el tiempo con los niños. Segundo, los padres creen que no es importante. Entonces ellos los ponen a estudiar piano, a estar en varias clases, para que se vuelvan más inteligentes. Pero ellos no entienden que estar afuera puede contribuir a eso. Entiendo que el medio ambiente en la ciudad puede ser hostil por el ruido, la contaminación, pero eso crea barreras que los padres enseñan desde pequeños a sus hijos. Entonces no pueden abrazar los árboles, porque creen que es incorrecto.
¿Ha pensado enseñar su programa a los niños más grandes?
–Por ahora enseño a niños de dos a cinco años, pero sé de investigadores y de gente que está tratando de introducir esto a escolaridades de más edad, lo que prueba que esto es muy grande. Pero es más difícil a esa edad introducirlos en el tema, por lo que nos enfocamos en esa edad. Ellos no temen, están más conscientes, son más abiertos. No tienes que reintroducirlos a nada, por eso se ha comenzado con esta edad.
En muchos países hay enorme diversidad, pero muchas escuelas no saben cómo enseñarles todo esto a los niños. Sobre todo su importancia.
–Es cierto. Si no enseñamos a los niños a ser conscientes de la naturaleza, a ellos les importará poco la biodiversidad. Y ellos son los que en el futuro deberán conservarla. Y por eso es tan importante que ahora ellos se preocupen. Por pequeña que la introducción sea, esto les dará herramientas para proteger el medio ambiente y cuidarlo. Y eso es lo que queremos. En el programa trabajamos con reciclaje, por ejemplo. La gente decía cuando empecé que un niño de dos años no iba a entender nada de eso, pero sí. Cuando les hablamos de lo que pasa cuando los animales se comen la basura o la dejan en la playa, los niños no usan plástico ni lo botan en lugares así nunca más, porque saben que lastimarán a los animales.
¿Cree que les están enseñando los niños a sus padres a cuidar el ambiente?
–Claro que sí. Ellos les enseñan qué hacer y les impulsan a hacer cambios en casa. Esto lo han hecho con el reciclaje, en Hong Kong. Y no son tan pequeños, porque hacen grandes modificaciones.
¿Cree usted que las nuevas generaciones están más preocupadas que las anteriores?
–Sí, lo veo en Hong Kong. Y veo que muchos están tomando iniciativas al ver que el planeta está siendo destruido. Y al ver lo que está pasando en el planeta, tanto los niños como ellos han sido y serán más proactivos sobre esto. Eso es maravilloso y esperanzador.
“Play & Grow”
• En el programa creado por la doctora Tanja Sobko, las familias participan en sesiones estructuradas desarrolladas una vez a la semana por 10 semanas.
• Durante estas sesiones, niños y niñas junto a sus padres, madres y/o cuidadores realizan variadas actividades relacionadas a la naturaleza, aprenden sobre el medio ambiente y como cuidarlo.
• La conexión con la naturaleza se traduce en estilos de vida más sustentables que permanecen a lo largo de toda la vida.
• Web: foodnaturelab.org
• Fanpage Facebook: Play and Grow HKU