Un trabajador toxicólogo en un hospital, ha visto de cerca las violentas reacciones de los niños intoxicados por la nicotina líquida de los cigarrillos electrónicos. Un menor que acudió a urgencias sufrió náusea, diarrea y vómitos intensos; tuvieron que administrarle líquidos intravenosos para tratar su deshidratación.
Los niños pueden marearse, perder el conocimiento y presentar una peligrosa disminución de la tensión. En el caso más grave que ha visto Marino, los médicos conectaron a otro niño a un respirador en la unidad de cuidados intensivos, explica este especialista de la Facultad de Medicina de la Universidad Case Western Reserve.
Los niños y el contacto con la nicotina
Cada año, miles de menores se ven expuestos a la nicotina líquida de los cigarrillos electrónicos. Para un niño pequeño, incluso unas pocas gotas pueden ser fatales.
Los casos de exposición a la nicotina relacionados con el vapeo que fueron notificados a los centros de intoxicaciones llegaron a su máximo histórico en 2022, a pesar de que en 2016 entró en vigor la Ley de Prevención de la Intoxicación por Nicotina en Niños, que exige la utilización de envases con medidas de seguridad para evitar que los menores puedan manipular los recipientes con líquidos para vapear.
En lo que los médicos califican como un gran descuido, la ley no exige envases protectores para los propios dispositivos.
Vaporizadores
Los vaporizadores recargables están diseñados para contener nicotina líquida en un depósito central, lo que los hace peligrosos para los niños, explica Marino. Incluso los dispositivos que parecen más resistentes para los niños (porque su nicotina está sellada dentro de un cartucho extraíble) presentan un riesgo porque esos cartuchos pueden abrirse.
Además, algunos cigarrillos electrónicos desechables permiten a los usuarios dar miles de inhalaciones y contienen tanta nicotina como varios paquetes de cigarrillos.
Muchos cigarrillos electrónicos y líquidos parecen diseñados para atraer a los niños, con envases de colores pastel, nombres como “Candy King” y sabores como chicle y frambuesa azul.
Eso hace que los vaporizadores sean mucho más tentadores (y peligrosos) que los cigarrillos tradicionales, que tienen dosis más bajas de nicotina y un sabor amargo que a menudo hace que los niños los escupan rápido, según la doctora Diane Calello, directora ejecutiva del Sistema de Información y Educación sobre Envenenamientos de Nueva Jersey.