Por lo normal, las temporadas de primavera y otoño nos presentan varios días alocados con respecto a las temperaturas y sus cambios drásticos de una hora a otra, generando una variedad de enfermedad respiratoria, muchas de ellas que comprometen seriamente a la salud humana.
En los últimos dos años, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó que las estadísticas de casos de bronquiolitis aumentaron significativamente, en especial en Sudamérica, creyéndose que todo se debe a que durante los años de la pandemia no hubo circulación de la bronquiolitis, lo que generó falta de anticuerpos.
Prevención para la bronquiolitis
Esta enfermedad comúnmente confundida con un resfrío, es una infección respiratoria aguda que, si bien puede afectar a personas de todas las edades, los niños menores de 6 meses son los que pueden tener cuadros más importantes. Menos del 10 por ciento de los pacientes con bronquiolitis requiere internación, pero esta enfermedad es la responsable de más del 30 por ciento de los casos de hospitalización pediátrica en época invernal en todo el mundo.
La bronquiolitis es severa cuando la enfermedad progresa y el pulmón no puede cumplir con su función básica de oxigenación, lo que conlleva a un cuadro de insuficiencia respiratoria. La falta de oxígeno en sangre y tejidos y la acumulación de dióxido de carbono pueden poner en peligro la vida de los menores que la padecen.
8 claves para combatir la bronquiolitis
1. Lavarse las manos periódicamente, especialmente después de tocar manijas, dinero, objetos de oficina, juguetes de otros niños/as, etcétera.
2. Usar alcohol en gel cuando no haya agua y jabón para lavarse las manos.
3. Al toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo.
4. Limpiarse la nariz con pañuelos descartables.
5. Evitar el contacto con personas que tengan enfermedades infectocontagiosas.
6. Evitar el humo de cigarrillos y braseros cerca de los niños y niñas.