No hay nada más molesto que la tos. Cuando la tenemos queremos quitarla rápido a toda costa. Sin embargo, la tos tiene como propósito decirnos que hay situaciones irregulares que están ocurriendo en nuestro organismo y, por tanto, debemos atenderlas a la brevedad posible.
De acuerdo al sitio web Medline Plus, “la tos es un reflejo que mantiene despejada la garganta y las vías respiratorias. Aunque puede ser molesta, la tos ayuda al cuerpo a curarse o protegerse”.
Aunque la tos es un síntoma y no una enfermedad en sí misma, en el citado portal nos ofrecen la siguiente clasificación:
Tipos de tos
“La tos puede ser aguda o crónica. La tos aguda comienza súbitamente y no suele durar más de 2 o 3 semanas. Los cuadros agudos de tos son los que se adquieren frecuentemente con un resfrío, una gripe o bronquitis. La tos crónica dura más de 2 o 3 semanas”. Las causas de la tos crónica incluyen:
- Bronquitis crónica.
- Asma.
- Alergias.
- Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC).
- Fumar.
- Reflujo gastroesofágico.
- Enfermedades de la garganta.
- Algunas medicinas.
¿Cuándo hay que consultar al médico?
Fundamentalmente, cuando la tos se asocia a otros síntomas (fiebre, vómitos) o se prolonga. Una tos persistente merece evaluación clínica a cargo de un neumonólogo.
En la consulta:
Según la Revista Salud Vital, para llegar a un diagnóstico certero, el médico seguramente le hará al paciente una serie de preguntas, que a uno le pueden servir como guía para prestar atención y poder enumerar datos precisos.
- ¿Cuándo comenzó la tos?
- ¿Es productiva? (de catarro) o seca?
- ¿Tienes fiebre?
- ¿Es diurna o nocturna?
- ¿Cómo mejora?
A este interrogatorio le sigue la evaluación clínica y, si fuera necesario, pruebas complementarias, como radiografía de tórax y análisis cardiovasculares.