Vladímir Putin anunció este lunes un alto el fuego unilateral de 72 horas en la guerra en Ucrania para coincidir con las celebraciones del Día de la Victoria en Rusia. La medida llega en un momento en que Estados Unidos intensifica su presión diplomática para lograr un acuerdo que ponga fin a un conflicto que ya cumple tres años.
Desde Kiev, no obstante, insisten en la necesidad de una tregua más prolongada y de aplicación inmediata.
Según el comunicado del Kremlin, la pausa en las hostilidades responde a razones humanitarias y se iniciará a las 00:00 horas del 8 de mayo, finalizando la noche del 10 de mayo. En tiempo de Estados Unidos, el cese al fuego comenzaría a las 5 pm ET del 7 de mayo y terminaría a las 5 pm del 10 de mayo. Esta tregua pretende rendir homenaje a los 80 años de la derrota de la Alemania nazi en 1945, que puso fin a la Segunda Guerra Mundial en Europa, una fecha que Rusia considera esencial en su calendario histórico.
¿Cuál fue la respuesta de Ucrania?
Las autoridades ucranianas rechazaron el anuncio de Putin, calificándolo de gesto superficial frente a la gravedad del conflicto.
El ministro de Relaciones Exteriores, Andrii Sybiha, expresó que su país está preparado para aceptar un alto el fuego verdadero, confiable y de larga duración, no una medida temporal de apenas tres días. Ucrania, que ya había aceptado una propuesta anterior del presidente estadounidense Donald Trump para instaurar una tregua de 30 días, cuestionó el retraso en la implementación del cese de hostilidades.
Para Sybiha, no hay razón válida para esperar hasta el 8 de mayo. Desde su perspectiva, el alto el fuego podría comenzar de inmediato si existiera una voluntad genuina de parte de Moscú. Sin embargo, no quedó claro si Ucrania consideraría adherirse a la propuesta rusa de 72 horas.
Desde Moscú, el Kremlin instó a Kiev a imitar su iniciativa de tregua. Al mismo tiempo, advirtió que cualquier violación ucraniana sería respondida con medidas militares contundentes.
Los intentos de tregua y su difícil cumplimiento
No es la primera vez que se anuncian ceses al fuego de manera unilateral. Durante la pasada Pascua, Putin propuso una tregua de 30 horas, que no logró detener los enfrentamientos. Ambas partes se acusaron mutuamente de romper el acuerdo.
También se había alcanzado un pacto para suspender los ataques a infraestructuras energéticas por un mes, impulsado por la administración Trump, pero las constantes denuncias de violaciones hicieron que el acuerdo terminara en fracaso.
Putin ha condicionado hasta ahora la aceptación de un cese completo de hostilidades al fin del suministro de armas de Occidente a Ucrania, así como al freno de las campañas de movilización ucranianas. No obstante, el Kremlin reafirmó este lunes su disposición a iniciar negociaciones de paz sin condiciones previas, insistiendo en la necesidad de abordar las causas profundas del conflicto.
A pesar de los anuncios de tregua, los ataques no cesaron en el terreno. En la madrugada del lunes, drones rusos dañaron una infraestructura en la ciudad ucraniana de Cherkasy, interrumpiendo el suministro de gas a numerosas viviendas. El Ministerio de Defensa ruso, por su parte, informó del derribo de 119 drones ucranianos, principalmente sobre la región fronteriza de Briansk.
En un hecho que puede escalar aún más la tensión internacional, Putin reconoció públicamente por primera vez la participación de tropas norcoreanas en apoyo a las fuerzas rusas en el frente ucraniano. El presidente ruso agradeció a Corea del Norte el envío de miles de soldados, unos miles de combatientes según estimaciones de fuentes estadounidenses.
Trump presiona para que Ucrania ceda Crimea
Mientras tanto, la administración Trump intenta acelerar las gestiones diplomáticas para poner fin al conflicto, consciente de que el tiempo apremia. El secretario de Estado estadounidense, Marco Rubio, calificó la semana actual como “muy crítica” y subrayó la necesidad de evaluar si Estados Unidos debe continuar involucrado en estos esfuerzos.
La ayuda militar de Estados Unidos ha sido crucial para sostener la defensa ucraniana. Sin embargo, existe incertidumbre sobre el futuro de ese apoyo si no se logran avances sustanciales hacia un acuerdo de paz.
Donald Trump, por su parte, ha expresado escepticismo respecto a las intenciones de Putin. En declaraciones recientes, lamentó que mientras se mantienen conversaciones, las fuerzas rusas continúan lanzando ataques contra objetivos civiles. A su vez, el sábado durante el funeral del papa Francisco, conversó brevemente con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky.
Un elemento que podría introducir aún más complejidad a las negociaciones es el tema de Crimea. Según declaraciones de Trump, Zelensky podría estar dispuesto a ceder la península, ocupada y anexada de manera ilegal por Rusia en 2014, a cambio de un acuerdo de paz. Esta afirmación contrasta con la posición oficial de Kiev, que rechaza cualquier concesión territorial.