WASHINGTON (AP) — El presidente estadounidense Donald Trump eliminó el lunes por la noche las excepciones y exenciones de sus aranceles de 2018 al acero, lo que significa que todas las importaciones de este producto serán gravadas con un mínimo del 25%. El mandatario también aumentó sus aranceles al aluminio de ese año del 10% al 25%.
“Estábamos siendo golpeados tanto por amigos como por enemigos”, declaró Trump al firmar dos proclamas que modifican las órdenes que emitió durante su primer mandato, las cuales entrarán en vigor el 4 de marzo. “Es hora de que nuestras magníficas industrias regresen a Estados Unidos”.
¿Por qué Trump impuso estos aranceles?
Las medidas forman parte de un empeño enérgico del presidente para reajustar el comercio global, y Trump dijo que los aumentos de impuestos a las personas y las empresas que compran productos fabricados en el extranjero a la larga fortalecerán la fabricación nacional.
Pero los aranceles afectarían a aliados, ya que las cuatro mayores fuentes de importaciones de acero son Canadá, Brasil, México y Corea del Sur, según el Instituto Estadounidense del Hierro y el Acero.
Trump también tiene la intención esta semana de reajustar los impuestos estadounidenses sobre todas las importaciones para que coincidan con los mismos niveles que cobran otros países. Todo eso se suma a los aranceles del 10% que ya le impuso a China, a los aranceles de represalia ordenados por Beijing que comenzaron el lunes, y a los aranceles estadounidenses previstos para Canadá y México que han sido suspendidos hasta el 1 de marzo.
Los aranceles del lunes provocaron casi de inmediato críticas de Canadá, la mayor fuente de importaciones de acero para Estados Unidos. Candace Laing, presidenta y directora ejecutiva de la Cámara de Comercio de Canadá, dijo que Trump era una fuerza desestabilizadora en la economía global: “Las noticias de hoy dejan en claro que la incertidumbre perpetua llegó para quedarse”.
Los aranceles conllevan riesgos de inflación en un momento en que los votantes ya están cansados de los precios altos y temerosos de que los aumentos de precios opaquen cualquier incremento en los ingresos. Trump sostiene que los aranceles nivelarán el campo de juego en el comercio internacional y harán que las fábricas estadounidenses sean más competitivas, de modo que cualquier dolor que sientan los consumidores y las empresas valdrá la pena a la larga.
De las aproximadamente 29 millones de toneladas netas de acero importadas a Estados Unidos el año pasado, un poco menos del 2% provino de China. Pero la Casa Blanca sostiene que las exenciones a los aranceles proporcionadas durante los cuatro años anteriores por el gobierno del presidente Joe Biden permitieron que el acero y el aluminio chino y ruso pasaran a través de otras naciones para llegar a Estados Unidos.
Si bien los aranceles podrían ayudar a las finanzas de las acerías y fundidoras de aluminio, también podrían aumentar los costos para los fabricantes que utilizan los metales como materias primas para producir automóviles, electrodomésticos y otros artículos.
Glenn Stevens Jr., director ejecutivo de MichAuto, señaló que la industria automotriz probablemente tendría que aumentar los precios en respuesta a los aranceles. A su vez, los precios más altos reducirían las ventas y dañarían los resultados de las empresas, lo que derivaría en que haya menos empleos en las fábricas.
Howard Lutnick, elegido por Trump para ser secretario de Comercio, dijo que el incremento en los aranceles traería 120.000 puestos de trabajo de vuelta a Estados Unidos. No estaba claro cómo determinó esa cifra. La industria de metales primarios agregó aproximadamente 14.000 empleos durante los primeros 12 meses en que originalmente se impusieron los aranceles al acero y al aluminio, aunque las ganancias se perdieron rápidamente debido a la pandemia de coronavirus en 2020.
¿Subirá la inflación en Estados Unidos?
Los consumidores ya parecen estar anticipando que la inflación se convertirá en un problema de mayor tamaño. El viernes, los resultados preliminares de febrero de la Encuesta de Consumidores de la Universidad de Michigan encontraron que las expectativas inflacionarias para el año próximo aumentaron del 3,3% del mes anterior al 4,3%.
Los economistas prevén que el informe del gobierno sobre la inflación que se publicará el miércoles muestre un aumento del 2,8% en los precios al consumidor, lo que dejaría entrever que el público considera que los aranceles son un riesgo importante para su bienestar financiero.