El jefe de CNN, Mark Thompson, les ordenó a más de 100 periodistas y talentos, entre esos Jake Tapper y Anderson Cooper, que deberían evitar “prejuzgar” a Donald Trump durante su investidura. Además, les advirtió no expresar “ninguna indignación propia”, según reseñó Status.
CNN tuvo una reunión antes de la investidura
La toma de posesión de Donald Trump se realizó el lunes, 20 de enero, pero Thompson convocó una reunión editorial virtual el domingo 19, donde estaban presentes Tapper, Cooper y otros periodistas de noticias para planificar la cobertura que llevaría CNN durante la ceremonia que tenía lugar en Washington.
En la reunión, Thompson, supuestamente, “dejó en claro que no quería que la cobertura volviera a litigar el pasado”, escribió Oliver Darcy de Status.
Thompson le pidió a su equipo evitar editorializar y no desviar la cobertura mediática del foco con los problemas legales de Trump. En lugar de ello, el personal de CNN debía centrarse en que este es el segundo mandato de Trump y tener una “mente abierta” sobre los próximos cuatro años, según Status.
Al final de la reunión, Thompson permitió que hicieran preguntas si tenían dudas, pero todos permanecieron en silencio: “Lo que Thompson y otros altos mandos habían comunicado era claro y ninguno de los participantes de la reunión aparentemente tenía el deseo de cuestionar la orientación”, escribió Darcy.
Dos mensajes diferentes con la misma intención
Luego de la investidura, Thompson volvió a reiterar el mismo mensaje el día martes, 21 de enero.
El CEO comunicó que el personal de CNN debería tener una actitud “firme” en su cobertura y que deben ser “imparciales”, según Status. Las reuniones de Thompson marcan una estrategia completamente diferente a lo que venía haciendo Jeff Zucker anteriormente con la cobertura de Trump.
Hasta ahora, ninguno portavoz de CNN se ha comunicado para aclarar o desmentir la publicación de Status.