WASHINGTON (AP) — La última vez que un presidente de Estados Unidos no juró al aire libre, en el frontis del Capitolio, fue hace 40 años, cuando Ronald Reagan tuvo que hacerlo al interior de la sede del Congreso debido a las gélidas temperaturas de 7 °F (-13 °C) que esa jornada azotaron Washington. El actor de Hollywood juraba por segunda vez, ya que venía de ganar la reelección en una aplastante victoria sobre el demócrata Walter Mondale.
El escenario se volverá a repetir en 2025, ya que para este lunes 20 de enero se pronostican temperaturas de 11 °F (-11 °C), lo que obligó al equipo de Donald Trump a tomar drásticas medidas: el presidente electo prestará juramento desde el interior de la Rotonda del Capitolio.
¿Qué dijo Trump por jurar al interior del Capitolio?
“El pronóstico del tiempo para Washington D.C., con el factor de sensación térmica, podría llevar las temperaturas a mínimos históricos severos”, publicó Trump en su plataforma Truth Social. “Hay una ráfaga ártica que barre el país. No quiero ver a la gente lastimada o lesionada de ninguna manera”.
La Rotonda está preparada como una alternativa para cada toma de posesión en caso de mal tiempo. El pronóstico del lunes prevé las temperaturas más bajas para un día de toma de posesión desde 1985 e incluso podría nevar.
Esto obligará a tomar planes alternativos de emergencia para los aproximadamente 250.000 invitados que tienen boletos para ver la toma de posesión desde los alrededores del Capitolio y las decenas de miles más que se espera que estén en las áreas de admisión general.
Una de esas ideas es usar el Capital One Arena, el estadio de los Wizards de la NBA y que se encuentra a varias cuadras del National Mall, para que la gente se reúna y vea los eventos inaugurales en vivo. Incluso Trump podría aparecerse en el recito en algún momento durante la tarce.
Se estima que también se cancelará la ruta del desfile en auto de Trump, desde el Capitolio hasta la Casa Blanca.
En la histórica juramentación de Barack Obama en 2009, el primer presidente afroamericano de Estados Unidos, la temperatura fue de 28 °F (-2 °C) y se hizo al aire libre.
El cambio tendrá un impacto no deseado para Donald Trump, siempre preocupado por el tamaño de las audiencias que asisten a sus eventos. En 2017, por ejemplo, aseguró contra la evidencia que más gente fue a su inauguración que a la de Obama en 2019.