Melania Trump, esposa del presidente electo Donald Trump, ha rechazado la invitación de la primera dama Jill Biden para reunirse en la Casa Blanca en el marco de la tradicional visita entre primeras damas. Según fuentes cercanas, esta decisión nace del descontento de Melania tras el registro realizado por el FBI en la residencia Mar-a-Lago, propiedad de la familia Trump.
Algo parecido pasó en la ausencia de un encuentro formal entre Donald Trump y Joe Biden durante la transición de 2020, luego de que Trump perdiera la reelección. Aquel hecho rompió la tradición de reuniones entre presidentes salientes y entrantes en la Casa Blanca, lo que dejó una marca de hostilidad que parece continuar en esta nueva transición.
Melania Trump no se reunirá con Jill Biden debido a tensiones entre ambas
El operativo del FBI en Mar-a-Lago, llevado a cabo como parte de una investigación sobre el manejo de documentos clasificados por parte de Donald Trump, incluyó la inspección de varias áreas personales de la casa, como el armario de Melania. Este incidente fue visto por ella como una violación a su privacidad.
Una fuente cercana a Melania comentó: “Ella no va a ir. El marido de Jill Biden autorizó al FBI a husmear en su cajón de ropa interior. Los Biden son repugnantes”. La fuente agregó que Melania no ve necesario reunirse con Jill Biden, dada la incomodidad persistente desde aquel incidente.
Este desencuentro destaca las profundas tensiones entre ambas familias y contrasta con la cordialidad que solía caracterizar la transición entre administraciones. En 2016, Michelle Obama recibió a Melania en la Casa Blanca para guiarla en el proceso de transición, un gesto de cortesía que ahora Melania ha decidido omitir.
La transición entre Biden y Trump podría ser complicada
Desde el registro en Mar-a-Lago, Melania ha manifestado su incomodidad públicamente. En una entrevista en 2022, calificó la incursión del FBI como “una invasión de privacidad” y expresó que fue un momento “indignante”. Según ella, fue perturbador regresar a su hogar y encontrarse con la residencia alterada tras la inspección.
Mientras tanto, la Casa Blanca y el equipo de campaña de Trump no han emitido comentarios sobre esta negativa, lo que ha dejado a la opinión pública en un debate sobre las crecientes divisiones políticas en Estados Unidos. La negativa de Melania a reunirse con Jill Biden parece reafirmar que las tensiones entre ambas familias persisten.