El gobierno israelí atribuyó el domingo a una coalición militar internacional el mérito de ayudar a frustrar un ataque directo iraní de cientos de drones y misiles, y dijo que la respuesta coordinada es un punto de partida para una “alianza estratégica” de oposición regional a Teherán.
Pero el Gabinete de Guerra de Israel se reunió sin tomar una decisión sobre los próximos pasos, informó un funcionario, mientras un mundo nervioso se mantenía a la expectativa de cualquier indicio de agudización de la que solía ser una guerra en las sombras.
La coalición militar, encabezada por Estados Unidos, el Reino Unido, Francia y, al parecer, varios países de Oriente Medio, apoyó a Israel en un momento en que se encuentra aislado por la guerra que libra contra Hamás en Gaza. La coalición también podría servir como modelo para las relaciones regionales cuando esa guerra concluya.
“Esta fue la primera vez que una coalición así trabajó en conjunto contra la amenaza de Irán y sus representantes en Oriente Medio”, dijo el vocero del ejército israelí, el contraalmirante Daniel Hagari.
Una incógnita es cuáles de los vecinos de Israel participaron en el derribo de la gran mayoría de unos 350 drones y misiles lanzados por Irán. Funcionarios militares de Israel y un miembro clave del Gabinete de Guerra se refirieron a “socios” adicionales sin nombrarlos. Al preguntársele al respecto, el vocero de seguridad nacional de la Casa Blanca, John Kirby, tampoco los nombró.
Pero al parecer uno es Jordania, que dijo haber actuado en defensa propia.
Hubo una evaluación de que “existía un peligro real” de que “misiles iraníes cayeran en Jordania, y las fuerzas armadas hicieron frente a este peligro. Y si este peligro proviniera de Israel, Jordania tomaría la misma acción”, dijo el ministro de Exteriores jordano, Ayman al-Safadi, durante una entrevista en la televisora oficial Al-Mamlaka. El presidente estadounidense Joe Biden habló el domingo con el rey jordano Abdalá II.
Desde hace tiempo, Estados Unidos ha intentado forjar una alianza regional contra Irán como una forma de integrar a Israel e impulsar los vínculos con el mundo árabe. La iniciativa ha incluido los Acuerdos Abraham de 2020, por los que se establecieron relaciones diplomáticas entre Israel y cuatro países árabes, y tener a Israel en el Mando Central de las fuerzas armadas de Estados Unidos (CENTCOM), que supervisa las operaciones en Oriente Medio y trabaja estrechamente con los ejércitos de los países árabes moderados.
Estados Unidos había estado trabajando para establecer relaciones plenas entre Israel y Arabia Saudí antes de que el ataque de Hamás del 7 de octubre desencadenara la guerra en Gaza. El conflicto, en el que han muerto más de 33.700 palestinos, ha congelado esas iniciativas debido a la indignación generalizada en todo el mundo árabe. Pero parece que ha continuado cierta cooperación entre bastidores, y la Casa Blanca ha conservado la esperanza de lograr forjar lazos entre los israelíes y los saudíes como parte de un plan de posguerra.
Poco antes del ataque de Irán, el comandante del CENTCOM, el general Erik Kurilla, visitó Israel para trazar una estrategia.
El jefe del ejército de Israel, teniente general Herzi Halevi, agradeció el domingo al CENTCOM por la labor defensiva conjunta. Tanto Jordania como Arabia Saudí están bajo la protección del CENTCOM. Aunque ninguno de los dos países reconoció haber estado involucrado en la interceptación de los lanzamientos iraníes, el ejército israelí dio a conocer un mapa en el que se veían los misiles que atravesaban el espacio aéreo de ambas naciones.
“Los países árabes acudieron en ayuda de Israel para detener el ataque porque entienden que es necesaria la organización regional contra Irán, o de lo contrario serán los siguientes en la fila”, escribió Amos Yadlin, exjefe de la inteligencia militar israelí, en la red social X.
El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, dijo que había hablado con el secretario de Defensa estadounidense, Lloyd Austin, y que la cooperación “puso de relieve la oportunidad de establecer una coalición internacional y una alianza estratégica para contrarrestar la amenaza que supone Irán”.
La Casa Blanca señaló que espera aprovechar las alianzas e instó a Israel a pensarlo dos veces antes de atacar a Irán. Funcionarios estadounidenses dijeron que Biden le dijo al primer ministro israelí Benjamin Netanyahu que Washington no participaría en ninguna acción ofensiva contra Teherán.
El Gabinete de Guerra de Israel se reunió el domingo en la noche para sopesar una posible respuesta, pero un funcionario israelí al tanto de las conversaciones indicó que no se había tomado ninguna decisión. Habló a condición de guardar el anonimato porque estaba declarando sobre deliberaciones confidenciales.
Cuando se le preguntó sobre los planes de represalia, Hagari declinó pronunciarse abiertamente. “Estamos muy preparados en todos los frentes”, afirmó.
“Construiremos una coalición regional y cobraremos el precio a Irán, de la forma y en el momento que nos convenga”, dijo Benny Gantz, un miembro clave del Gabinete de Guerra.
Irán lanzó el ataque en respuesta a una ofensiva de la que se culpó ampliamente a Israel y que alcanzó un edificio consular iraní en Siria este mes y mató a dos generales iraníes.
Para el domingo por la mañana, el gobierno iraní declaró que el ataque había terminado, e Israel reabrió su espacio aéreo. El presidente iraní, Ebrahim Raisi, afirmó que Irán le había dado una lección a Israel y advirtió que “cualquier nueva aventura contra los intereses de la nación iraní sería recibida con una respuesta más dura y lamentable por parte de la República Islámica de Irán”.
Los dos países llevan años librando una guerra en las sombras, pero la ofensiva del domingo fue la primera vez que Teherán ha lanzado un ataque militar directo contra Israel, a pesar de décadas de enemistad que se remontan a la Revolución Islámica de 1979.