Estos días han sido de revuelo en el mundo por la desaparición de cinco personas en un un submarino denominado Titán, sumergible del Titanic. Luego de darse a conocer que las víctimas se quedaron sin vida, la conmoción aumentó a nivel nacional es internacional.
El suceso se ha vuelto viral en redes sociales; no han tardado en cobrar vida los comentarios de las personas que lamentan lo ocurrido, así como quienes aprovecharon la catatrófe para hacer memes y crear imágenes con textos de burlas.
Lo cierto es que tal acontecimiento brinda una enseñanza profunda: es más peligroso explorar el agua, el océano, que ir al espacio.
La gran enseñanza del Titán
“Entre el fondo marino y el espacio hay más relación de la que parece. Y que crisis como esta del submarino TItan, al margen de la tragedia que suponen, son una fuente de aprendizaje de cara a futuras misiones”, declaró el director de la Escuela Técnica Superior de Ingenieros Navales de la UPM, Antonio Crucelaegui, en entrevista con Nius.
De forma tecnológica, desde su punto de vista, “es muy interesante todo lo que está ocurriendo, tanto para la exploración espacial como la submarina”.
Sin duda, “todas las grandes potencias están muy pendientes de esta expedición fallida, porque muchos de los descubrimientos y de las pruebas que se hacen en el mundo submarino van a ser utilizadas después para la conquista del espacio, y son importantes también para la propia conquista del mundo submarino”, precisó.
El medio más hostil
Pese que “los dos medios son muy hostiles, el fondo marino es muchísimo más hostil que el espacio. Pero muchísimo más”. ¿Por qué? Porque hay dos factores que son muy distintos en el mar y en el espacio: la presión y la falta de luz. Otros problemas que pueden surgir, en cambio, son muy similares en ambos mundos: la falta de oxígeno, el frío, el fallo en las comunicaciones”.