La apendicitis parece desarrollarse cuando el apéndice se obstruye. Tal obstrucción podría ser generada por múltiples factores o debido a la acumulación de materia fecal endurecida.
Especialistas del Instituto Médico Cleveland Clinic indican: “La mayoría de las personas experimentan un intenso dolor que comienza alrededor del ombligo y luego se desplaza hacia el abdomen inferior derecho”.
Una de las inquietudes más recurrentes al tener el apéndice inflamado es el riesgo de que llegue a su punto máximo de tensión y se rompa; las bacterias pueden propagarse a través de la cavidad abdominal, originando una infección muy grave conocida como peritonitis, lo que puede suponer un peligro comprometedor para la salud.
Principales síntomas de la apendicitis
Hay cuatro síntomas principales de la apendicitis, como lo son: intenso dolor abdominal en la parte inferior derecha, acompañado de hinchazón abdominal, dificultad para expulsar gases, estreñimiento o diarrea.
A su vez, pueden presentarse otros síntomas que van ligados a la tensión que produce esta inflamación: nauseas, vómitos y fiebre un tanto leve. Esta condición no exhorta edades, pero es más común que se presente en las personas de 10 a 30 años.
Dado que no hay un tiempo específico en el que la apendicitis pueda durar sin romperse, es considerada una emergencia médica: las bacterias se multiplican rápidamente, lo que lleva a la inflamación, hinchazón y acumulación de pus en el apéndice.
Tratamiento
El tratamiento de la apendicitis consiste en extirpar el apéndice infectado mediante una intervención quirúrgica; el tipo de abordaje quirúrgico podrá ser cirugía abierta o cirugía laparoscópica y dependerá tanto del estado clínico del paciente como de la preferencia del equipo médico.
Aun así, en el caso de que el apéndice esté inflamado pero la situación sea leve, es posible que los síntomas mejoren con el uso de antibióticos. Sin embargo, el tratamiento lo debe recetar un médico, de lo contrario puede acarrear complicaciones muy graves.