En verano del año pasado, Estados Unidos fue el país seleccionado para implantar el primer gimnasio con sello español. Bajo la filosía “lifestyle resort”, y el concepto histórico “Social Fitness Gym”, Gymage, proyecto creado por Carlos Enguíndanos, se ha vuelto referencia.
La cadena fundó el club deportivo tras éxito en su nación de origen. El empresario contó que ocurrió “hace un año mi cabeza voló a Miami, en concreto a Lincoln Road, la 5ª calle comercial más cara de Estados Unidos ahí es donde se sitúa mi nuevo proyecto, enfrente de Zara y otras grandes, como mi cabeza siempre ha soñado”.
Enguíndanos se caracteriza por ser eterno soñador, mentaliza sus objetivos, metas y las cumple. “Un día tomé un avión y me presenté en Miami en busca de edificios (mi mente nunca pensó en pequeño). Recuerdo como pasaban las Ferraris por mi lado, mientras yo buscaba edificios con mi bicicleta pública para hacer el próximo gran Resort Urbano, “Gymage Miami”.
El gimnasio irresistible de Carlos Enguídanos
Según el director de la marca, el club deportivo llega a ser más que cautivador. “Gymage Miami se convirtió en realidad el verano del 2021, situado en el 355 de la emblemática Lincoln Road, a escasos metros de la playa y en uno de los edificios más reconocidos de Miami Beach”, recalcó al medio Emprendedores News.
Hoy día siente, más que nunca, que su empresa prosperará aún más. “Actualmente, me encuentro en el mercado americano, joven y novato, pero, como siempre, entusiasmado y apasionado. Estoy seguro de que mi nuevo negocio brillará de ilusión”, expresó el caballero que obtuvo las llaves de la ciudad por su éxito.
Trayectoria en España
Antes de la expansión de Gymage en suelo americano, logró enaltecerse en la región española. “Fuimos la empresa Gacela número 23 que más creció en España entre 2012 y 2017 (compitiendo con eléctricas y tecnológicas) y convirtiendo la marca de Gymage en una de la que todos los medios de comunicación españoles han hablado”.
Detalló que “era época de crisis, España estaba hundida y conseguir financiación era poco más que imposible. Además, cuando comenzamos éramos en total siete empleados. Desde el inicio tuvimos muchos problemas, acosados por la crisis y la financiación o, entre otros, por el Ayuntamiento que nunca terminó de entender un proyecto tan diferente como el mío. Con este comienzo tan duro, aprendimos entonces a pilotar las adversidades a las que nos enfrentábamos con nuestro abrumador entusiasmo”, confesó.
Tales situaciones “llevó a perfeccionar nuestros procesos de forma obsesiva, lo que convirtió uno de nuestros mayores complejos, en nuestra gran fortaleza, adquiriendo una gran capacidad para resolver problemas y enfrentar grandes cambios en cuestión de día”.
Carlos Enguídanos asumió que han tenido “complejo de empresa joven, ya que nos comparábamos constantemente con otras que llevaban años en el sector”.