El gobierno francés culpa a los seguidores del Liverpool. El club inglés está furioso por “la irresponsabilidad y falta de profesionalismo” para apresurarse a sacar conclusiones. La UEFA ahora intentará descubrir qué salió mal en el desorden y caos en la final de la Liga de Campeones en París entre el Liverpool y Real Madrid.
La UEFA comenzó a reunir evidencia sobre los problemas fuera del Stade de France el sábado que empañaron uno de los encuentros más importantes del fútbol.
Los grupos líderes del Liverpool se quejaron sobre las duras acciones de la policía y la mala organización en una alarmante noche en la que niños y gente mayor fue rociada con gas pimienta.
Los problemas clave que tendrán que considerar en la investigación:
MALA ORGANIZACIÓN
El reto de recibir la final con sólo tres meses de anticipo —París recibió el encuentro en febrero tras la decisión de despojar los derechos a la ciudad rusa de San Petersburgo— ha sido planteado como una razón para el caos.
Meses y en lugar de años para planear una final fue tiempo suficiente para que los recintos hospitalarios estuvieran listos y el estadio contara con la imagen de la competencia.
Sin embargo no hubo suficientes señalizaciones en las calles que llevaban al estadio, en el subterráneo y las líneas de trenes. Aunque hubo seguridad privada en las entradas del estadio, no habían voluntarios desplegados para auxiliar e informar a los aficionados que no estaban familiarizados con las calles.
MENSAJE DE LA UEFA
“El tardío arribo de los aficionados” fue la razón inicial que se dio en la demora del inicio del partido que llegó a ser de 37 minutos. Aunque había clara evidencia que muchos seguidores estaban en los alrededores del estadio cerca de tres horas antes del inicio programado del encuentro y simplemente terminaron estancados en filas que no se movían.
POLICÍA
¿Por qué utilizó la policía cuellos de botella para controlar la afluencia de espectadores? Tendrá que haber una investigación sobre el orden público en la final, desde cómo se planeó la peligrosa ruta al estadio desde la estación de trenes y metro, así como el duro trato a los seguidores con el uso indiscriminado de gas lacrimógeno y gas pimienta en zonas en las que habían niños y gente mayor. Hay imágenes de la policía rociando el gas directamente en la cara de los aficionados.
BOLETAJE
Este será el tema clave de la investigación después de que el ministro del Interior francés Gérald Darmanin indicó que hubo “un fraude masivo a nivel industrial” y aseguró que el “70% de los boletos al llegar al Stade de France eran falsos”. Esa cifra fue recibida con cautela.
Jugadores actuales y del pasado del Liverpool —incluyendo Andrew Robertson— aseguraron que sus boletos que recibieron por canales legítimos no fueron aceptados en la entrada. Sin duda hubo algunos boletos falsos —a The Associated Press le mostraron el ejemplo de uno. Pero AP también tiene conocimiento del fallo de los lectores para validar boletos genuinos. ¿Esos también fueron considerados falsos en los torniquetes?