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La transpecie: Hombes perro, reptil y alien

Estas personas han invertido millones de dólares para transformar su cuerpo, al apostar por la transpecie.

No cabe duda de que las mascotas son unos seres capaces de ganarse el corazón de familias completas.

De hecho, se han convertido en piezas fundamentales en algunos hogares.

Su lealtad, amor y cariño incondicional, hace que los regresos a casa sean llenos de felicidad.

Sin embargo, hay algunas personas que les tienen tanta devoción y amor a los perros que han optado por gastar millones de dólares para disfrazarse y comportarse como los seres de cuatro patas.

Gasta millones para transformarse en perro

Tal es el caso de Toko, por su nombre en las redes sociales, quien se comunicó con Zeppet, una empresa especializada en proporcionar esculturas o disfraces de alta gama para la industria cinematográfica.

La firma tardó 40 días en lograr diseñar el disfraz que costó cerca de 3.5 millones de dólares.

Se comporta como un Collie

Aunque el hombre japonés no se ha realizado ninguna cirugía para cambiar su aspecto físico permanente, sí gastó una gran cantidad de dinero par diseñar el traje a su medida, que es bastante realista de un perro de raza Collie.

El medio local “My Navi News” le realizó una entrevista en la que le cuestionaron la razón la que había decidido por un perro de esa raza, a lo que él respondió que un Collie se ve más real.

Explicó que la idea era verse lo más real posible. “Los perros de pelo largo pueden confundir a los humanos. Logré eso y me hice un Collie, mi raza favorita”, aseguró.

Él es un dálmata

Pero él no es el único que sigue este proceso. Las personas llamadas “transpecie”, que se sienten y compartan como un animal, son más comunes de lo que se podría imaginar.

Por ejemplo, Tom Peters, un hombre inglés de 35 años, se siente identificado con un perro dálmata.

De hecho, quiere que el gobierno lo reconozca como “el primer perro humano que se convirtió en perro”.

El hombre invirtió en un traje de esta raza de perro que va ceñido al cuerpo y una máscara, para parecerse lo más posible a un cachorro dálmata.

Incluso, cuenta con un collar, arnés, come comida para perro, camina en cuatro patas, se mueve y hace sonidos como canino. Todo eso lo realiza cuando se convierte en Spot, que al igual que Toko asegura que es algo que lo hace feliz.

Pero las transformaciones de conductas van más allá de los trajes.

Millones invertidos para ser un reptil

Richard Hernández, por ejemplo, es una persona que tiene una gran afición por las serpientes y dragones, por lo que se ha ido transformando.

En 1997 se realizó la primera operación, que consistió en ponerse cuernos.

Ahora, un cuarto de siglo después, ha desembolsado más de 15 millones de dólares en modificaciones a su cuerpo.

Tatuajes con apariencia a escamas, lengua dividida en dos, cirugías para la nariz y orejas y castración, son sólo algunas de las modificaciones que se ha practicado.

El hombre alien

Además, hay otros que van más allá y no se consideran humanos, sino aliens.

Anthony Loffredo, de 33 años, se ha hecho modificaciones para convertirse en una criatura de “otro mundo”.

Se eliminó las orejas, se operó la nariz, hasta que parece inexistente; se dividió la lengua, oscureció la parte blanca de los ojos y se tatuó todo el cuerpo de negro.

Aunque su cambio es notorio, Loffredo ha indicado que su trabajo para ser un “alienígena” no está ni a 50 por ciento del final.

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