MADRID, 16 (EUROPA PRESS)
La capitana del equipo español de la Billie Jean King Cup, Anabel Medina, se mostró «muy contenta» con el rendimiento de sus jugadoras tras pasar por encima de los Países Bajos (0-4) y confirmar su presencia en las finales, una circunstancia que le hace sentirse «una privilegiada».
«El espíritu del equipo español en gran parte es la unión y el querer representar a su país, el querer jugar por el equipo. Todas ellas han hecho un trabajo espectacular esta semana, han jugado a un nivel increíble y hay que agradecerles que nos encontremos en las finales», indicó la capitana nacional.
España, la cuarta nación con mayor número de trofeos por detrás de Estados Unidos, República Checa y Australia, afrontará su segunda final consecutiva después de un duro trabajo y pese a las bajas de Paula Badosa y Garbiñe Muguruza, las dos jugadoras españolas con mejor ranking en la WTA.
«Veníamos mentalizadas para pelear por ello. Nos gusta estar en las finales y es un premio y una recompensa para ellas que han hecho un trabajo espectacular», añadió en declaraciones al torneo. «Tenemos la suerte de tener un abanico muy amplio, que son capaces de rendir en distintas superficies», explicó.
«Como capitana te da dolores de cabeza porque te da pena dejar a algunas jugadoras fuera, pero divino problema tener que elegir entre las mejores. Me siento una privilegiada», afirmó Medina tras el 0-4 culminado por el tándem formado por Aliona Bolsova y Rebeka Masarova, que remontaron de forma épica a Demi Schuurs y Arianne Hartono.
Bolsova comentó que «cuesta mucho entrar a jugar cuando has ganado» la eliminatoria. Pero en cualquier caso se mostró «súper contenta». «Nos faltan las dos mejores raquetas y que nos clasifiquemos sin ellas quiere decir que tenemos muchas oportunidades en las finales», destacó.
«Me ha hecho ilusión repetirlo con Aliona. Aunque ganar o perder no hubiera hecho la diferencia, siempre vas a estar a tope en un partido y nunca vas a querer perder ni un punto, pero estoy súper contenta con la remontada», sentenció Masarova.