No mires arriba (Don’t Look Up) es la nueva película de Adam McKay. Una sátira social sobre la llegada de un cometa a la Tierra y la falta de respuesta de los humanos ante un impacto que destruirá su planeta. Una metáfora, en clave de comedia, sobre la forma en que actuamos ante la crisis medioambiental que nos afecta en estos momentos.

La estrella de la función es, sin duda, Leonardo DiCaprio, que quiere expresar al mundo la frustración de los expertos. A su lado un elenco de altura: Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Mark Rylance, Tyler Perry e incluso Ariana Grande destacan por su sentido del humor dentro de sus personajes.

Dos astrónomos de Michigan descubren que un meteorito impactará sobre la Tierra y deciden contárselo al mundo en el programa más visto de la televisión, pero ni la presidenta de Estados Unidos ni los presentadores del programa parecen creer a los protagonistas.

En un mundo saturado de noticias, conseguir que alguien se interese por el cometa y separe su vista del teléfono móvil es una tarea imposible. Y precisamente de estos temas tuvimos oportunidad de conversar con Leonardo DiCaprio, un activista que dedica su vida a la lucha por el medio ambiente.

P: ¿Cómo surgió el guión de No Mires Arriba?

R: Recuerdo una conversación con Adam (McKay) una noche, fue el primer tipo de interacción, y me habló de su guionista. Hemos estado intentando trabajar juntos desde hace mucho tiempo y esta película llegó en el momento perfecto. Fue un envío de Dios en muchos sentidos. Me sorprendió la escritura de la historia, lo bien escrita que está, su sentido de urgencia y tensión con un problema que se ha ido desarrollando durante más de un siglo. Confieso que he estado buscando un proyecto que hable de la crisis climática durante décadas y no lo había encontrado. Pero este, desde mi perspectiva, es perfecto. Vivimos un viaje existencial para toda la vida, sin querer enfrentarlo, lidiando con el apocalipsis que esta película nos presenta en la cara sin hablar de ello. La brillantez de Adam está en crear una comedia que impactará más con los años venideros. Cómo humanos, como especies, como sociedad, como cultura, estamos enfrentando políticamente el Armagedón. Esta cinta surge una vez en la vida de un actor. Él descifró el código, por así decirlo, sobre cómo mostrar toda la locura que nosotros, como raza humana, hemos sacado como respuesta para evitar enfrentar esta crisis.

P: Como artista parece empeñado en participar dentro de historias sociales.

R: Cualquier película en la que participe siempre tendrá tensión o sensación de urgencia hacia uno de los temas que me interesan. Este fue un gran regalo para mi, un desafío fabuloso con el que he tenido la oportunidad de hablar de la respuesta medioambiental. Hablar de la crisis climática es muy difícil, casi imposible desde un punto de vista narrativo, pero No mires arriba es una genialidad. Además, hemos contado con un elenco brutal con  Jennifer Lawrence, Meryl Streep, Jonah Hill, Timothée Chalamet, Mark Rylance, Cate Blanchett, Tyler Perry y Ariana Grande.

P: Usted se transforma en un astrofísico de Michigan que de un día para otro se convierte en el profesor sexy de la televisión.

R: Es otra distracción para no querer ver la realidad. El público reacciona ante su imagen y no escucha sus palabras. El es uno de los dos científicos encargados de articular en palabras que el fin del mundo se acerca, pero, al mismo tiempo, no es un experto en medios, hábil o sexy en modo alguno, pero en esta interpretación también reflejo toda la frustración que a lo largo de los años me han transmitido los medioambientalistas. He podido articular la urgencia del cambio climático dentro de mi personaje.

P: ¿Cree que hay futuro para el planeta? ¿Es optimista frente a la idea de un cambio frente a esta crisis?

R: No mucho. Soy muy pesimista cuando se trata de hablar de este tema y podría quedarme una hora contestando a esa pregunta. Tenemos una cantidad de tiempo tan  limitada para contrarrestar lo que hemos hecho que me da miedo pensar en ello. Estamos ante el precipicio sin hacer nada y la respuesta debe ser masiva y rápida. Ya saben lo que dicen los expertos, si no hacemos algo, conocemos el resultado de las catástrofes. En este filme, al crear un cometa que iba a impactar dentro de un año, hemos podido hacer una analogía perfecta con el cambio climático. Acabo de venir de Glasgow, porque estuve en la cumbre COP26, y solo espero que películas como esta puedan crear una conversación global sobre los cambios que necesitamos y empujen al sector privado a mover la aguja del poder hacia el lugar adecuado.

P: ¿Por qué cree que falta la respuesta necesaria por parte de los políticos?

R: Dinero y poder. Adam lo explica en este filme. La ciencia se vuelve política, hay hechos alternativos que distraen. Yo estoy muy agradecido de interpretar a un personaje que es tan sólido. Basado en tantos científicos que conozco que intentan comunicar la urgencia de este tema, pero que ven su mensaje enviado a la última página del periódico porque tenemos 2 millones de otras cosas con las que estamos invadidos que les parecen más importantes a los directores de periódicos. Me encanta la forma en que el director retrata a los personajes protagonistas: uno es increíblemente franco, y el otro tratando de jugar dentro del sistema. Y también me gustó el retrato de una sociedad inmensamente distraída estos días, después del Covid, con noticias que no son importantes. Creo que esta es una película súper importante.

P: ¿Era necesario abordar estos problemas a través de la comedia? Don’t Look Up es, probablemente, la mejor sátira política en años.

R: He estado buscando una película que hable sobre este tema durante décadas, pero este es un tema que todos parecemos evitar. Todos nos quedamos preguntando: ¿qué tipo de diferencia puedo hacer? ¿Qué puedo aportar a esta causa? Y no hacemos nada. Adam realmente descifró el código de la crisis climática con la narración. Hay mucha gente a la que podemos escuchar qué nos dice qué debemos hacer, como ocurre en esta historia y, en general, creo que es probablemente el tema más importante del que todos podemos hablar de manera regular en nuestras casas. Creo que se necesitan artistas como Adam para cambiar la narrativa, para crear conversaciones que nos hagan despertar del letargo en el que estamos sumidos. Para mí es un honor ser parte de este filme.

P: Esta es su tercera película junto con Jonah Hill ¿Cómo afecta la química que tienen juntos a la producción?

R: Johan es un genio absoluto, este joven amigo mío es un genio. Su capacidad para improvisar y tomar el control de una escena y hacer que la narrativa cambie de la manera más colorida y conmovedora posible, es un espectáculo digno de presenciar. Su talento es algo realmente extraordinario de experimentar, es absolutamente un genio. Me encantaría trabajar con él en cien películas más.

P: Usted es muy activo en su intención de activar la conciencia social ante la crisis climática. Incluso da un discurso en mitad de una entrevista. ¿Se lo preparó?

R: Mucho, mucho. Primero, todo lo que tengo que decir es que trabajé en ese discurso probablemente 50 veces. Lo que realmente quería hacer era articular la frustración del mundo científico. Cómo uno está en el púlpito diciendo la verdad y nadie le escucha. Tenemos un ruido ensordecedor a nuestro alrededor que nos impide escuchar el mensaje real, por eso está tan frustrada la comunidad científica, nos preocupa más lo que ocurre con una pareja desconocida en un reality en lugar de especies de animales que están desapareciendo cada día. Es absurdo. Por eso he trabajado para hacer entender al público el estado de la ciencia frente a la sociedad, y cómo podríamos vernos en la misma situación de los protagonistas en muy poco tiempo. El mundo se está derrumbando y los científicos se ven obligados a dejar de exponer sus ideas como intelectuales e ir al grano por la urgencia e importancia de este tema.

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de diciembre es la fecha de estreno de la cinta en Estados Unidos, mientras que el 24 de diciembre llegará al streaming de Netflix.