Antes de ser elegido finalmente como Pablo Escobar en Loving Pablo, Javier Bardem había estado esperando más de 20 años para interpretarlo. Esto le dio mucho tiempo para ver meticulosamente cada clip y escuchar cada entrevista realizada por Escobar para que pudiera perfeccionar su visión del infame narcotraficante colombiano, quien en un momento dado estaba contrabandeando el 80 por ciento de la cocaína a los Estados Unidos, ganaba más de 21.000 millones de dólares al año, y finalmente fue abatido a tiros al día siguiente de su cumpleaños número 44 en 1993.
Pero durante mi reciente entrevista con Bardem para «Loving Pablo», el actor ganador del Oscar admitió que su mayor fuente de inspiración para la película fue la obsesión del narcoterrorista por los hipopótamos.
«Estaba muy intrigado y muy interesado en hacer el enfoque animal», explicó Bardem. «Su animal favorito era el hipopótamo… De hecho, cuando fue asesinado y su hacienda fue atacada los animales que tenía escaparon, tenía tres de ellos y fueron liberados».
«Esos hipopótamos deambulaban por Colombia matando a mucha gente. Hay un gran documental llamado ‘Hipopótamos de Escobar’, que es genial porque se puede ver el parecido”, dice Bardem en analogía con la vida del narcotraficante. “Siempre lo supe, siempre lo vi. El hipopótamo es uno de los animales más salvajes de África”.
«Hay una escena en la película donde estoy en la piscina y la filmamos como si fuera un hipopótamo antes de que matara… Está mirando a la víctima y luego se va rápido. Es imparable».
«Esa forma física, esa forma de moverse, esa forma de hablar, esa forma de relajar la cara, de tener el peso en los hombros, la cara, sin prestar demasiada atención a su aspecto… Porque Pablo no tenía ninguna vanidad. Sólo quería ser respetado y estaba de acuerdo con su aspecto. Fue una gran cosa con la que trabajar».
Pero fue la personalidad de «fuerza de la naturaleza» de Escobar, yuxtapuesta a sus acciones físicas «muy discretas y lentas», lo que Bardem realmente quería aprovechar con «Loving Pablo».
También fue la razón por la que había esperado tanto tiempo por el guión, la película y el retrato perfecto de Escobar.
«Me había intrigado su fuerza de la naturaleza equivocada. Siempre me intrigó su dicotomía entre sus acciones y su comportamiento. El tipo de persona muy discreta y lenta que era. Como actor, es un gran desafío interpretar esa dicotomía».
«No diré que me ofrecieron todos los Pablo Escobar que puedas imaginar, porque eso no sería verdad. Pero casi… Los rechacé porque nunca sentí que esa dicotomía fuera expresada o abordada.»
Bardem también se abrió sobre el peso que tenía que ganar para hacer justicia a Escobar, que en el momento de su muerte se había vuelto cada vez más obeso.
Aunque el orden en el que se filmó «Loving Pablo» presentó algunas complicaciones particulares a la hora de mostrar el nuevo y expansivo instinto de Bardem: «La cosa es con el peso, sí, gané peso para el papel. También tuve que usar prótesis, porque como hay más de 10 años de edad o tiempo, al principio no era realmente delgado, pero casi».
«Pero al final puedes ver el cambio. Realmente se había abandonado a sí mismo, era mórbidamente obeso. Un gran peso no haría el truco».
«Tienes que jugar con los diferentes pesos. Por supuesto que no filmamos cronológicamente. La última llamada por teléfono fue grabada el segundo día de filmación».
«Por mucho que tratara de hacerlo lo más cronológicamente posible, era casi imposible. Gané el peso que necesitaba ganar para demostrarlo».
“Siempre me intrigó su dicotomía entre sus acciones y su comportamiento. El tipo de persona muy discreta y lenta que era. Como actor, es un gran desafío interpretar esa dicotomía”