El 8 de diciembre de 1980, el mundo entero quedó consternado ante el vil asesinato en la ciudad de Nueva York de John Lennon, ejecutado por parte de Mark David Chapman, un ciudadano común y corriente fan de la mítica agrupación británica, The Beatles.
Según las declaraciones juradas, el asesino reveló que estaba consciente de que “lo pretendía hacer era incorrecto”, sin embargo, estaba dispuesto a cualquier cosa para quedar en la historia del cuarteto musical británico. “Quería tanto la fama que estaba dispuesto a darlo todo y quitar una vida humana. No voy a culpar a nada más ni a nadie más por traerme hasta aquí”, declaró Chapman en 1981.
Este viernes 10 de mayo, el nacido en Fort Worth, Texas, arribó a los 69 años, 44 de años encerrado en una prisión estadounidense.
14 pedidos de libertad condicional
Desde que está tras la rejas por propinarle 5 tiros a uno de los músicos más influyentes del siglo XX, y posiblemente de los más importante de la historia, su mayor obsesión ha sido el obtener la libertad condicional, un beneficio que está autorizado a solicitar cada dos años desde que cumplió 20 de su condena a perpetua.
A pesar de sus informes de buena conducta, desde que comenzó lo pedidos de libertad condicional en el año 2000, se lo han denegado en 14 ocasiones, la última de ellas en el pasado mes de febrero, por ello, deberá esperar hasta 2026 para volver a solicitar su salida de la cárcel.
“Planeó y ejecutó cuidadosamente el asesinato de una persona de fama mundial sin otra razón que ganar notoriedad. Si bien la vida de una persona no es más valiosa que la vida de otro, el hecho de que eligiera a alguien que era una persona y amada por millones, independientemente del dolor y el sufrimiento que causaría a su familia, amigos, demostró un desprecio insensible por el santidad de la vida humana y el dolor y sufrimiento de los demás. Este hecho sigue siendo una preocupación para este panel”, explicaron los jueces en el último rechazo de libertad.