Estilo de Vida

La OMS en alerta por una misteriosa bacteria estreptocócica que impacta en Japón

Sus infecciones cuentan con una alta tasa de mortalidad del 30-70%

Crece la preocupación en las autoridades sanitarias de Japón y la Organización Mundial de la Salud (OMS), ante un brote de infecciones bacterianas agudas causadas por estreptococos hemolíticos, misma que cuenta con una alta tasa de mortalidad que ronda entre el 30 y el 70% de mortalidad.

Los meses de enero y febrero reflejaron estadísticas alarmante en el país nipón, así lo informó el Ministerio de Sanidad de Japón. Mientras se trabaja arduamente para evitar la presencia de dicha problemática en otras latitudes del planeta, hasta los momentos el ente gubernamental de salud no determinó cuales fueron las causas de la rápida propagación dentro de su territorio.

Historia de la STSS

El síndrome de shock tóxico estreptocócico (STSS), fue detectado por primera vez en Japón en 1992. Desde aquel momento se registró cada año un aproximado de 100 a 200 casos confirmados, sin embargo, las primeras preocupaciones comenzaron cuando los 941 casos del 2023 superó el récord de 894 en 2019, así lo informó el pasado mes de diciembre el Instituto Nacional de Enfermedades Infecciosas (NIID), por medio de su informe anual.

Entre los síntomas más significativos, el STSS causa faringitis, amigdalitis, infecciones de piel y tejidos blandos, bacteriemia y escarlatina. De no controlarse, estos progresan rápidamente y son fulminantes desde el inicio de la enfermedad, mientras que los pacientes pueden desarrollar fascitis necrotizante, insuficiencia renal aguda, síndrome de dificultad respiratoria aguda, coagulopatía intravascular diseminada y fallo multiorgánico a las pocas horas del inicio de la enfermedad, lo que conduce al shock e incluso a la muerte.

Las medidas básicas y obligatorias para el control de la infección se basa en la constante limpieza de las manos. Asimismo, es importante taparse correctamente al momento de toser ya que la enfermedad se propaga a través de fluidos o contacto humano. Se puede tratar mediante antibióticos, no obstante, existe la posibilidad de que las personas con alta complejidad requieran una combinación de diversos fármacos y atención médica intensiva.

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