Las intoxicaciones por lo general se desarrollan más por el daño de los alimentos en las altas temperaturas, sin embargo, aunque su nivel en la estadísticas es menor en épocas de frío como la que se está viviendo en Norteamérica, no escapa de la posibilidad y su negativa presencia puede presentarse para impactar la salud de sus víctimas.
La salmonelosis, coloquialmente conocida como salmonella, es provocada por una bacteria que ocasionalmente está presente en la cáscara del huevo y que se asocia fundamentalmente con el consumo de tortillas y algunas salsas tipo mayonesa.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que la salmonelosis es “una de las enfermedades de transmisión alimentaria más comunes y ampliamente extendidas” y agrega, además, que “la mayoría de los casos de salmonelosis son leves, aunque, en ocasiones, la enfermedad puede causar defunción”.
Consejos para evitar la salmonella en tortillas
- Cuajar bien el huevo, en especial en época de verano. En invierno se puede pedir con más tranquilidad una tortilla babé.
- Cuando se compra huevos, no lavarlos antes de meterlos en la nevera. Guárdalos con la cáscara tal cual viene del supermercado.
- No usar la cáscara del huevo para separar las claras de las yemas. Evitar el contacto con la cáscara.
- La salmonela puede estar presente en la cáscara del huevo, se recomienda cascar el huevo en un plato diferente al que se vaya a incorporar.
- Si vas a comer la tortilla sin cuajar del todo el huevo, entonces es mucho mejor usar huevo pasteurizado.
- Evitar consumir una tortilla cuando ya lleve varios días hecha. Es mejor consumirla inmediatamente.
- Intentar no servir la tortilla en el mismo plato en el que se le ha dado la vuelta, para evitar la contaminación cruzada al entrar en contacto con el huevo crudo del plato.