Es común relacionar la práctica de distintas manualidades con personas de la tercera de edad y que esto es la única alternativa de distracción de los abuelos. En cierta parte es cierto que ayuda a entretenerlos, sin embargo, también puede generar una diversidad de beneficios para la salud física y mental.
Coser o tejer a mano constantemente ayuda significativamente a la psicología y mediante a sus movimientos, entrega grandes beneficios a la motricidad, así lo resalta Miriam Díez Pérez, terapeuta ocupacional del Centro Residencial Carabanchel de Sanitas Mayores en la ciudad de Madrid.
“Adaptar los elementos para tejer (más grandes y más pesados), establecer el grado de dificultad de la actividad (coser un botón o hacer un dobladillo) y determinar el tiempo adecuado de ejecución son pasos fundamentales para facilitar las actividades, a la vez que sirven para garantizar un buen desempeño en las mismas”, resaltó la especialista española.
Beneficios físicos
Su práctica ayuda a:
- La motricidad fina.
- La propiocepción.
- La coordinación óculo-manual y bimanual.
- La precisión, la elasticidad y destreza manual.
- La sensibilidad.
- La fuerza en los dedos y las pinzas (pinza índice-pulgar, por ejemplo).
- Prevención y reducción de enfermedades, como la artrosis.
Beneficios psicológicos
- Estimula la creatividad: nuevas ideas y proyectos. Una amplia gama de posibilidades en cada una de las labores que se pueden realizar.
- Control de las emociones: relaja, produce sensación de bienestar, disminuye la ansiedad y el estrés, a la vez que permite la expresión de emociones positivas.
- Fomentar los aspectos cognitivos: mejora la concentración, la memoria, la atención, el cálculo, la percepción espacial y las funciones ejecutivas.
- Mejorar la autoestima y la confianza en uno mismo, aumentando la satisfacción y plenitud.
- Favorecer las relaciones sociales y el trabajo en equipo, fomentando la comunicación. Es una forma divertida de estar y poder compartir con otras personas.