La curiosa historia de Ariel, una perrita con seis patas y dos vulvas

Ariel es una perrita con seis patas y dos vulvas. La hallaron en el sur de Gales y la llevaron a un centro de cuidado, donde muchos la quieren adoptar.

Las redes sociales, en su constante capacidad para conectar a personas, han demostrado nuevamente su poder al movilizar a más de 200 personas en una emotiva causa: la adopción de una perrita abandonada con seis patas y dos vulvas que conquistó Internet con su singular historia.

Esta adorable cachorra, de apenas 11 semanas de edad, fue encontrada en el aparcamiento de un centro comercial en Pembroke, al sur de Gales. Su aspecto peculiar y encantador le valió el nombre de Ariel, en un homenaje al personaje de La Sirenita, debido a que sus patas traseras adicionales, parcialmente fusionadas, evocan la imagen de la cola de una sirena. Esta característica única atrajo la atención y el cariño de miles de personas en las redes sociales, por lo que ahora muchos quieren adoptarla.

La travesía de Ariel comenzó cuando la llevaron a un veterinario local, donde los profesionales quedaron igualmente asombrados por su singularidad. Los veterinarios optaron por el nombre de Ariel debido a las patas adicionales y las curiosas características de su pelvis, que se formó de manera inusual debido a una extraña articulación de cadera.

La Vanguardia publicó que Mikey Lawlor, fundador y director de Greenacres Rescue, compartió su experiencia al recibir a la cachorra en su centro. Contó que la perrita estaba profundamente “asustada y tímida”, como era de esperar después de sus experiencias anteriores. Pasó su primera noche en la casa de Lawlor, donde recibió el amor y la atención necesarios para comenzar a superar su traumático pasado.

Cuidado

El plan de cuidado de Ariel es comprensivo y delicado. Se espera que la perrita se asiente y se recupere emocionalmente después de su difícil experiencia antes de someterse a una nueva evaluación en un mes.

Durante esta evaluación, se explorará la posibilidad de eliminar las extremidades adicionales y se evaluará la función de su pierna restante, todo con el objetivo de brindarle a Ariel la mejor calidad de vida posible.

La historia de Ariel es un conmovedor recordatorio de cómo las redes sociales pueden movilizar a personas de todo el mundo para apoyar a los animales necesitados.

El caso demuestra que la empatía y la compasión pueden cruzar fronteras y unir a personas con un propósito común: brindar amor y cuidado a un ser vivo que lo necesita.

Ariel, con su gracia y singularidad, ha tocado los corazones de muchos y continúa siendo un faro de esperanza en un mundo conectado en línea.

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