Sin duda alguna la música ha sido un hito verdaderamente importante en la historia de la humanidad gracias a que su desarrollo permite que los seres humanos puedan expresar miedos, alegrías y sentimientos muy profundos de diverso tipo.
Ante su importancia, un reciente estudio por parte de la facultad de Psicología de la Universidad de Napier, Escocia y publicado en la revista Psychological Science, indica que tocar un instrumento en la infancia y en la adolescencia se asocia a una mejora de las capacidades cognitivas en edades posteriores.
Detalles de la investigación
Para poder llegar a la determinación, el grupo de científicos comandados los coautores Judith Okely, profesora de psicología de la Universidad de Napier y el profesor emérito Ian Deary, exdirector del Centro de Envejecimiento Cognitivo y Epidemiología Cognitiva de la Universidad de Edimburgo, Escocia, pidieron a los participantes que se sometieran a una prueba de capacidad cognitiva a los 11 años y que la repitieran a los 70. La misma incluía preguntas sobre razonamiento verbal, conciencia espacial y análisis numérico, mientras que también hicieron una serie de pruebas de funciones físicas y mentales a medida que iban creciendo.
Okely señaló que se descubrió que las personas con más experiencia tocando un instrumento musical mejoraban un poco más en una prueba de habilidades cognitivas, entre los 11 y los 70 años, que las que tenían menos o ninguna experiencia musical y que esta asociación no podía explicarse totalmente por factores como el estatus socioeconómico, los años de educación, el nivel de capacidad cognitiva en la infancia o el estado de salud en la edad avanzada.
“Nuestros hallazgos sugieren que estos beneficios potenciales podrían ser duraderos y aún detectables en la edad avanzada La música tiene mucho que ofrecer como actividad social y divertida. Aprender a tocar un instrumento musical es una tarea exigente que se basa en procesos cognitivos como la atención, la coordinación, las habilidades auditivas y motoras y la memoria Es emocionante descubrir que aprender a tocar un instrumento musical también puede contribuir a un envejecimiento cognitivo saludable”, concluyen los coautores.