La actriz Blake Lively acuso al actor Justin Baldoni de acoso sexual y de generar un ambiente de trabajo hostil durante el rodaje de It Ends With Us.
Además, según la demanda presentada en corte, señaló que Baldoni intentó dañar su reputación después de que ella expresara sus preocupaciones.
En la demanda, presentada ante el Departamento de Derechos Civiles de California, se asegura que las cosas se pusieron incómodas en el set que la producción convocó una reunión, en la que asisitó Lively, Baldoni, ejecutivos de Sony Pictures Entertainment, Wayfarer Studios y el esposo de Lively, Ryan Reynolds, el 4 de enero para abordar cuestiones “que casi habían descarrilado la producción de la película”. Durante la reunión se plantearon cuestiones desde “conversaciones inapropiadas” hasta “comportamientos de represalia o abusivos”.
Según el representante de Baldoni, Bryan Freedman, calificó las acusaciones de “categóricamente falsas”. “Estas afirmaciones son completamente falsas, escandalosas e intencionalmente salaces con la intención de herir públicamente e infundir una narrativa en los medios”, compartió en un comunicado.
Asimismo, Freedman afirmó que Lively, a través de la demanda, busca desesperadamente “arreglar” su reputación negativa, que fue cosechada a partir de sus propios comentarios y acciones durante la campaña para la película; entrevistas y actividades de prensa que se observaron públicamente, en tiempo real y sin editar, lo que permitió a la audiencia en internet general sus propios puntos de vista y opiniones”.
La demanda describe otros incidentes, como que Baldoni le dijo a Lively que podía hablar con el difunto padre de Lively, intentó entrar en su caravana mientras estaba desnuda y le insinuó al entrenador físico de la actriz que quería que perdiera peso. Según los documentos en corte, Lively rodó la película poco después de dar a luz a su cuarto hijo.
Sony Pictures Entertainment no pudo ser contactada inmediatamente para que hiciera comentarios este sábado. Sony, distribuidora de la película, no figura como demandada.
Según la demanda, Baldoni contrató a un equipo de comunicación de crisis para lanzar una “campaña de manipulación social de represalia” contra Lively durante la promoción de la película para destruir su reputación.
La película saltó a los titulares durante el verano después de que los fanáticos, que estaba ocurriendo un drama detrás de las cámaras, empezaron a criticar las interacciones en la alfombra roja y las entrevistas con el reparto. Muchos fanáticos se centraron en el hecho de que Baldoni estaba haciendo prensa por separado de las otras estrellas del filme y que algunas de ellas, incluyendo Lively y Jenny Slate, no lo seguían en Instagram.
La película, basada en la exitosa novela de Colleen Hoover, sigue al personaje de Lively, Lily Bloom, y su relación abusiva con un neurocirujano llamado Ryle Kincaid, interpretado por Baldoni.
La demanda de Lively alega que un plan de mercadeo de la película establecía que el reparto se centraría en una “historia de esperanza” en lugar de en la violencia doméstica, pero Baldoni “se apartó bruscamente del plan de mercadeo de la película” para explicar por qué el reparto y el equipo le habían dejado de seguir en las redes sociales y para destruir la reputación de Lively porque ella “habló en el escenario sobre su supuesta mala conducta”.
Freedman, el abogado de Baldoni, dijo que Wayfarer contrató a un equipo de comunicación de crisis porque Lively supuestamente amenazó con no presentarse en el set durante el rodaje y amenazó con no promocionar la película.
“Aun así, los representantes de Wayfarer Studios no hicieron nada ni tomaron represalias, y solo respondieron a las preguntas de los medios de comunicación para garantizar una información equilibrada y objetiva y supervisaron la actividad social”, aseguró.
Lively declaró que espera que su “acción legal ayude a descorrer el telón de estas siniestras tácticas de represalia para perjudicar a las personas que denuncian conductas indebidas y ayude a proteger a otros que puedan ser objeto de ellas”.