La foto de un inodoro es noticia, esta vez, porque dentro del retrete se observan papeles rasgados y la letra de Donald Trump. Las más recientes revelaciones indican que el expresidente de Estados Unidos solía arrojar papeles confidenciales a las cañerías de la Casa Blanca.
Incluso se sabe que el fontanero debió acudir un par de veces a reparar las vías por atascos que posiblemente tengan que ver con la costumbre del magnate.
Lo malo de todo esto es que, como se sabe, el presidente de los Estados Unidos no debe destruir sus papeles, a menos que tenga algo que ocultar. “El caótico mantenimiento de registros de Trump fue objeto de una larga pelea a principios de este año entre él y los Archivos Nacionales, y el Departamento de Justicia ha estado investigando el asunto”, precisó una nota de CNN.
Incumplía leyes
Trump, que no llegó a ganarse la reelección, ha pasado dos juicios políticos y enfrenta una tormenta que lo centra en una operación de inteligencia que ha llegado al allanamiento de su resort en Florida, incumplía las leyes de mantenimiento de registros presidenciales y a menudo rompía documentos, borradores y memorandos después de leerlos.
Así lo revela la reportera del diario The New York Times y colaboradora de CNN, Maggie Haberman, quien publicará las nuevas imágenes en su próximo libro, “Confidence Man”, que anteriormente fueron difundidas por Axios.
“Un antiguo funcionario de alto nivel del Gobierno de Trump dijo que un adjunto de la Oficina del Secretario de Personal solía entrar para sacar cosas de la basura y quitarlas del escritorio de Trump después de que éste saliera de una habitación”, publicó el medio.
Lo niega
Trump, no solo ha negado las acusaciones, sino que ha dicho a través de un portavoz que se trata de inventos. La reportera asegura que una imagen corresponde a la de un baño de la Casa Blanca y la otra es de un viaje al extranjero, gráfica que le fue proporcionada por una fuente de la Casa Blanca de la administración Trump.
Sin embargo, el FBI sigue investigando el posible mal manejo de documentos presidenciales, posiblemente algunos clasificados, que podrían haber sido llevados a la casa de Trump. Todo esto en medio de las intenciones del magnate de buscar de nuevo la presidencia de Estados Unidos en 2024.
“Estos son tiempos oscuros para nuestra Nación, cuando mi bella casa, Mar-a-Lago en Palm Beach, Florida, está actualmente bajo sitio, allanada y ocupada por un gran grupo de agentes del FBI. Nada como esto ha ocurrido nunca antes a un presidente de Estados Unidos”, ha dicho Trump en un comunicado publicado por BBC.
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