Muchas veces cuando se refiere al estrés, no se toma en cuenta la verdadera magnitud de su significado. Pareciera que es una simple palabra para definir un mal día o una incómoda situación, sin embargo, especialistas advierten sobre los peligros que conllevan y que ponen en peligro a la salud psicológica humana.
Distintos especialistas definen al estrés como uno de los principales problemas de la población global. Los ataques de pánicos suelen ser episodios de estrés/ansiedad aguda y, por lo tanto, de no tomar cartas en el asunto y buscar ayuda profesional para poder controlarlo, puede terminar perjudicando la salud cardiovascular y la calidad de vida.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que los ataques de pánico, también conocidos como ataques de ansiedad o crisis nerviosas, la padecen tres de cada diez personas en todo el mundo, lo que significaría aproximadamente el 30% de la población global.
Síntomas de ataques de pánico
El cardiólogo argentino Hernán Provera, explicó para el medio la nación, varios de los síntomas más comunes que se manifiestan por las distintas etapas de los ataques de pánico.
“El paciente empieza a sentir un miedo repentino que se apodera de él y le hace perder el control de su cuerpo. Cuando suceden estos episodios, los afectados experimentan un montón de sensaciones en sus cuerpos y no pueden diferenciar si son psicológicas u orgánicas. Sienten que sus vidas están en peligro porque los síntomas son reales. Tienen esa sensación inminente de que se pueden morir, tener un infarto o ACV (accidente cerebrovascular)”.
Tratamientos
Existen varios medicamentos dedicados al tratamiento del trastorno, pero los especialistas advierten que en la mayoría de los casos cuando el paciente comienza a notar una leve mejoría, cometen el error de abandonar sus tratamientos psicoterapéuticos.
5 consejos para tratar los ataques de pánico
La psicoterapia es lo más recomendado en estos casos como tratamiento de base, así como las técnicas de relajación y meditación que también son muy efectivas. Si tienes a alguien cercano que padezca la patología. Distintos especialistas aconsejan:
· Contenerlos.
· Tranquilizarlos y ayudarlos a respirar
· Mostrarles que uno está con ellos.
· Ayudarlos a respirar de forma pausada.
· Hablarles y desviarles la atención hacia otra cosa para que no estén enfocados en esto que le está pasando y, poco a poco, vayan entrando en un estado de tranquilidad.