En la actualidad tanto mujeres como hombres cuidan su rostro con el propósito de verse y sentirse bien con ellos mismos. Definitivamente, es una cuestión también de autoestima.
Si piensas que para tener la piel humectada solo es suficiente tomar agua, estás equivocado. De hecho, en el sitio web Labelle se afirma que “aunque la principal causa de tener un aspecto apagado y desigual en el rostro es la deshidratación y el agua es la única sustancia capaz de dar elasticidad a la capa de células externas de la epidermis, beber agua no es suficiente”.
Con el paso del tiempo las glándulas sebáceas son menos activas y la piel va perdiendo la capacidad de retener agua, por lo que se reseca con más facilidad y necesitamos otros métodos de humectación como cremas y mascarillas con colágeno.
Ventajas de tener un rostro humectado
Según el citado portal, estas son las bondades de la humectación:
- La piel se vuelve más resistente. Hace que la barrera protectora se vea más fortalecida y flexible, así el rostro está protegido de agentes externos tales como el clima, la contaminación o el propio maquillaje.
- Previene la sequedad. Si en verano el sol es uno de los mayores enemigos para la piel, el frío y el aire seco son sus grandes rivales en otoño. Es necesario una crema hidratante nutritiva que intensifique el proceso reparador y regenerador de la piel para combatir la deshidratación del rostro.
- Mejora su aspecto. La deshidratación debilita la piel y la hace más sensible a las imperfecciones, a tener el rostro hinchado, áspero, en el que los granitos, los puntos negros, las ojeras y las manchas de la piel se notan más.
- Retrasa la aparición de arrugas. La piel deshidratada es uno de los motivos principales del envejecimiento prematuro. Al debilitarse la piel, esta se seca y pierde colágeno, lo que acelera el proceso de envejecimiento.