Después de una larga batalla legal entre Yoko Ono y un empresario italiano, la artista ha logrado recuperar un valioso reloj de Patek Philippe que perteneció a su difunto esposo, John Lennon.
Este reloj, que se estima tiene un valor superior a los 4 millones de dólares, fue un regalo que Yoko Ono le dio a Lennon en 1980, y que desapareció tras su muerte, generando años de disputas legales sobre su posesión.
Así fue el pleito por el reloj de John Lennon
El reloj, con una esfera de oro de 18 quilates, está grabado con la inscripción “Just like starting over love Yoko 10-9-1990 N.Y.C”, un mensaje personal que hace referencia a la famosa canción que ambos artistas compusieron. El objeto fue vendido en una subasta en 2010 a un empresario italiano que reside en China, quien en su momento adquirió la pieza sin saber su origen ni el largo proceso legal que se desataría después.
El proceso judicial, que culminó con la resolución favorable para Yoko Ono, terminó un largo litigio que incluyó varias decisiones previas de tribunales de Ginebra en 2022 y 2023. A pesar de la sentencia que le otorga el reloj a Ono, la identidad del comprador original aún permanece desconocida. Sin embargo, el tribunal suizo ha determinado que la pieza debe ser devuelta a la viuda del ex Beatle.
Según documentos judiciales, el reloj fue robado en 2006 por el chofer de Yoko Ono, quien, según su declaración, actuó con el permiso y consentimiento de la artista para llevarse el objeto. Tras este robo, el reloj cambió varias veces de dueño, y su paradero permaneció incierto hasta que en 2010 fue vendido en una subasta.
Años después, en 2014, el accesorio fue finalmente localizado gracias a una investigación que reveló que una empresa de tasación en Ginebra, contratada por el comprador italiano, había identificado el objeto y alertado al abogado de Ono sobre su ubicación.
El fin de una disputa legal
Este fallo judicial no solo marca la recuperación de un objeto sentimentalmente invaluable para Yoko Ono, sino también el cierre de un proceso legal que ha durado años, lleno de giros y obstáculos. La resolución del tribunal suizo da por terminada una disputa que involucraba no solo a la viuda de Lennon, sino también a un empresario que, en su momento, adquirió un objeto sin conocer su historia detrás.