Como toda una diva, la estrella musical, Katy Perry, brilló el fin de semana en Brasil, donde fue la encargada de cerrar el quinto día del festival de música Rock in Río, y aprovechó la ocasión para presentar su nuevo tema “I’m his, he’s mine”, que pertenece a ‘143′, su muy esperado nuevo álbum de estudio.
El pasado 20 de septiembre la estadounidense brillo en el show que fue dedicado a las mujeres, a quienes les dedicó sus otros recientes canciones: ‘Woman’s World’ y ‘Lifetimes’. La artista de 37 años tiene a todos sus fans enloquecidos con su más reciente trabajo calificado como dance-pop audaz.
En una entrevista que ofreció a Apple Music, Perry explicó que bautizó con esta cifra su disco porque es su número angelical: “Es mi símbolo, mi signo. Hace un par de años, estábamos pasando por un momento un poco difícil médicamente en nuestra familia, y fue un poco aterrador, empecé a ver 143 de muchas maneras diferentes, no sólo en el teléfono. Era casi como un tripi; lo busqué y es como un código para ‘Te amo’; realmente creo que eran mis ángeles, mis guías diciendo: ‘Te amo. Te tenemos. Vamos a protegerte”.
Perry les regaló pizza a sus fans, pero no fue bien visto
Antes de dar su gran espectáculo, la cantante bajó de su habitación en el hotel Copacabana, en Brasil, para compartir un rato con sus fans, y aprovechó para regalarles unos cuantos trozos de pizzas, pero esto no fue visto de buena manera por algunos internautas, y no precisamente por la “falta de higiene”, sino por el trasfondo que tienen las pizzas en el mundo del espectáculo.
Además, que lo hace justo cuando está en la palestra la detención del cantante “Puff Daddy’, tras una decena de demandas por agresión sexual. Pero, ¿qué papel juegan las pizzas en todo esto? Pues, todo surgió en el 2016, durante la campaña presidencial de Estados Unidos, en la que Hillary Clinton participaba por llegar a la Casa Blanca.
Se trató de una teoría conspirativa, que luego fue descartada, en el que se acusó que miembros del Partido Demócrata estarían vinculados a una red de pedofilia. Se divulgó que el gerente de campaña de Clinton fue víctima de un delito informático y hackearon sus correos electrónicos. Esto, al parecer, contenían mensajes codificados que conectaban a varios restaurantes estadounidenses y funcionarios de alto rango a la red de trata y abuso sexual infantil.
Uno de los establecimientos, presuntamente, involucrados fue el restaurante y pizzería Comet Ping Pong, en Washington, D. C. Todo se trató de una noticia falsa, que casi le cuesta la vida a varias personas, ya que un tirador llegó a “Comet Ping Pong”, con un rifle de asalto para acabar con la presunta red de prostitución infantil, según la BBC Mundo.
Por supuesto, Katy jamás ha estado invlucrada en ningún escándalo relacionado con delitos.