“Estaba entumecido y sabía que no estaba bien… Una vez que intenté hacer algunas cosas de movimiento, sentí un crujido (en el brazo) y supe que era malo”, así describió el receptor Willson Contreras su experiencia tras sufrir una fractura por un swing de JD Martínez.
La pelota estaba en juego en el Busch Stadium. Por parte de los Mets, Martínez dio al bate y fue allí, cuando Contreras gritó de dolor por el golpe en su brazo izquierdo. Se agarraba el brazo como tratando de contener el sufrimiento, por lo que tuvieron que sacarlo del campo.
El receptor y bateador venezolano expresó que probablemente lo operen y que podría estar entre seis y ocho semanas suspendido como parte de su recuperación.
No sólo se trata de un duro golpe para Willson Contreras, sino para todo el equipo de Los Cardenales, que de esta manera, perdió a uno de sus más valiosos jugadores por varias semanas.
La victoria fue para los Mets 7-5 ante Cardenales.
Hasta el momento, se desconoce si ya hay fecha de cirugía. Mientras tanto, el famoso beisbolista, de 31 años, permanece en reposo.
Willson Contreras resalta como el mejor bateador de los Cardenales. El pasado martes llegó a un OPS de +167.
Caso de Willson Contreras enciende el debate
El incidente con Willson Contreras despertó nuevamente el debate sobre cuál es la distancia correcta que debe haber entre receptores y bateadores.
Oliver Marmol, manager de los Cardenales, admitió que hay un riesgo al tratar de convencer a los receptores de que se colocan lo más cerca posible a los bateadores.
“Es un riesgo enorme, y se habló de ello en la temporada baja y un tema de discusión porque hubo más (llamadas de interferencia del receptor), porque se evalúan en el encuadre… Cuanto más se acerquen al bateador para lograr ese lanzamiento bajo, definitivamente es un tema de conversación. El riesgo es alto y acabamos de experimentarlo”, expuso Marmol, según reseñó el portal de la MLB.