La amenaza de un impacto de una roca espacial es algo con lo que convivimos diariamente. Existen millones de estas dentro del Sistema Solar y, por el momento, es imposible identificarlas todas. No obstante, miembros de la comunidad científica están en constante supervisión de las áreas cercanas a la Tierra, para que en caso de la llegada de un asteroide, podamos conocer sus características y las posibles repercusiones de un impacto.
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Hacia finales de diciembre de 2024, grupos de científicos responsables del Observatorio El Sauce en Chile identificaron una roca con un tamaño estimado de entre 40 y 90 metros, denominada 2024 YR4, y enviaron el informe a los expertos del Centro de Estudios de Objetos Cercanos a la Tierra del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA.
El asteroide fue avistado el 27 de diciembre y en ese instante se encontraba a 829.000 kilómetros de distancia de la Tierra, avanzando en una ruta que lo aleja del planeta. Sin embargo, al evaluar su curso, se determinó que habrá dos episodios en los que se aproximará: uno durante el 2028 y otro en el 2032.
Inicialmente, no se activaron alarmas, pero después de realizar análisis detallados acerca de este asteroide, concluyeron que existe una probabilidad de impacto del 1.6%. Esta cifra es inusualmente alta en comparación con las proyecciones habituales en astronomía.
Protocolo de atención
Aunque el mundo no experimenta un pánico absoluto por un impacto inminente, este asteroide captó considerablemente la atención de los científicos, quienes le otorgaron la clasificación en el nivel 3 en la escala de impacto de Torino. Este tipo de evaluación activa de manera instantánea la red global de defensa espacial.
La Agencia Espacial Europea (ESA) ha emitido un comunicado, difundido por el portal DW, en el que se indica que el asteroide 2024 YR4 probablemente tenga un diámetro superior a 50 metros y una posibilidad de más del 1 % de colisionar en algún momento dentro de las próximas cinco décadas. Por esta razón, cumple con todos los requisitos necesarios para activar los dos grupos de respuesta a asteroides respaldados por la ONU: la IAWN y el Grupo Asesor de Planificación de Misiones Espaciales (SMPAG).
Diversas agencias de astronomía sostienen que lo más probable es que la posibilidad de impacto disminuya hasta llegar a cero. Sin embargo, es importante implementar todos los protocolos de defensa planetaria por si se presenta alguna contingencia.