Saber distinguir los hechos de la ficción es una habilidad crucial. En la era de las alucinaciones provocadas por la inteligencia artificial, los engaños, el marketing engañoso y la confianza pública en la ciencia y otras instituciones, que se encuentra en niveles históricamente bajos.
Por lo que es importante criar niños que puedan analizar las pruebas, identificar fuentes fiables y pensar por sí mismos.
Padres deben responder cualquier tipo de preguntas, así sea las incómodas
Según Laurence Steinberg, psicólogo de la Universidad de Temple, especializado en desarrollo adolescente, los niños comienzan a desarrollar habilidades de pensamiento crítico alrededor de los tres años, justo cuando empiezan a hacer preguntas de “por qué”.
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“Creo que los padres se frustran por tener que explicar siempre las cosas”, afirma. “Pero es importante que se tomen el tiempo, cuando puedan, para responder esas preguntas, porque no queremos que un niño piense que preguntar está mal o es incorrecto”.
Esto se aplica cuando estás hablando de preguntas como “¿por qué el cielo es azul?”, pero es aún más importante cuando los niños cuestionan tus reglas o límites, dice Steinberg.
Importancia de no ignorar las preguntas
“Cuando los padres les dicen cosas a sus hijos como, ‘No me respondas’, ‘Hazlo porque yo lo digo’, ‘No tienes la edad suficiente para entender esto’, eso disuade a los niños de hacer preguntas y cuestionar cosas que creen que no tienen sentido”.
Los padres deberían ser un modelo de pensamiento crítico y mejorar su vínculo con sus hijos escuchándolos y encontrando oportunidades para decir: “¡Tienes razón! ¡Nunca lo había pensado de esa manera!”.
Si bien, los padres no siempre tienen la respuesta de todo, es muy importante no cerrar la conversación rápidamente.
“Son espacios en los que [un niño] no tiene muchos conocimientos previos en los que la desinformación puede realmente florecer”, dice Lisa Fazio, del Departamento de Psicología de la Universidad de Vanderbilt, donde investiga los factores psicológicos que impulsan la creencia en la desinformación.
Habilidad para identificar los datos
A medida que los niños crecen y se vuelven más independientes, pueden aprender a verificar los datos por sí mismos, sin necesidad de recurrir a sus padres cada vez que encuentran algo confuso o sospechoso.
Ante esto, Mike Caulfield estudia la difusión de rumores y desinformación en línea en la Universidad de Washington. Ella desarrolló la metodología SIFT para mejorar las estrategias de verificación de datos en estudiantes de hasta 5.º grado.
SIFT significa: Detener, Investigar la fuente, Encontrar mejor cobertura y Rastrear las reclamaciones hasta el contexto original.