China está desarrollando múltiples proyectos de trenes que emplean tecnología de levitación magnética para “volar”. Sin embargo, el más destacado entre ellos ha captado el interés de ejecutivos como Elon Musk. Esta iniciativa de transporte colectivo tiene como meta llegar a “velocidades de 1.000 kilómetros por hora”, lo que permitiría superar el tiempo de recorrido de un avión comercial.
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La construcción de las rutas sobre las cuales "volarán" estos trenes está en marcha a cargo de la Corporación de Ciencia y Tecnología Aeroespacial de China. Desde el año 2022, cuando comenzaron las pruebas, los ingenieros de esta gran nación asiática se encuentran trabajando para completar una ruta inicial de 160 kilómetros, la cual se realizará por etapas.
El propósito de las autoridades chinas involucradas en este proyecto es establecer una conexión entre las ciudades de Changsha y Liuyang, ubicadas en la provincia de Hunan. Una vez completada la fase inicial de la construcción, estos trenes estarán enlazados con la línea Maglev Express de Changsha, que proporciona un enlace hasta el Aeropuerto Internacional Huanghua de Changsha y la Estación Ferroviaria Sur de Changsha.
Aunque estas etapas iniciales no se enfocan completamente en alcanzar altas velocidades, comenzando únicamente a alrededor de 140 kilómetros por hora, el concepto general es que, con el desarrollo de rutas que enlacen distancias más largas, tanto entre ciudades como entre diferentes regiones, se pueda implementar vagones principales capaces de alcanzar la impresionante velocidad de 1.000 kilómetros por hora.
En China se están estableciendo los fundamentos para que, a partir de la siguiente década (a partir de 2030), se inicie la implementación del transporte terrestre masivo, que será más rápido que un avión comercial.
El concepto de tren de levitación magnética se refiere a trenes que se desplazan sobre carriles utilizando campos electromagnéticos, eliminando la fricción en la interacción necesaria para su movimiento, combustión o velocidad. Estos trenes, en cierto modo, flotan, sin embargo, el auténtico impulso proviene de las proyecciones de su motor.
China cuenta con dos enfoques: uno donde los rieles se encuentran sobre el vagón y otro, más tradicional, en el que el tren se desplaza sobre unas estructuras metálicas. Este último método podría adaptarse al sistema de hyperloop, donde el tren circula dentro de un tubo cilíndrico.
