La editorial estadounidense “Penguin Random House”, comenzó a incluir en sus libros una advertencia que prohíbe el uso de sus obras para el entrenamiento de sistemas de inteligencia artificial (IA) generativa. Esta medida responde a las crecientes preocupaciones sobre los derechos de propiedad intelectual en el contexto del desarrollo de tecnologías impulsadas por IA.
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La advertencia, que se imprime en las nuevas ediciones y en libros reimpresos, señala: “Ninguna parte de este libro puede usarse o reproducirse con el propósito de entrenar tecnologías o sistemas de inteligencia artificial”.
Esta declaración deja clara la postura de la editorial respecto al uso no autorizado de sus textos para alimentar algoritmos de IA, y subraya su compromiso de proteger los derechos de autor.
Un precedente para la industria editorial
El caso de Penguin Random House es uno de los primeros entre las grandes editoriales en reaccionar directamente al uso de la IA generativa. No obstante, otras empresas del sector, como las editoriales académicas Wiley, Oxford University Press y Taylor & Francis, han firmado acuerdos para permitir el uso de sus textos en el entrenamiento de modelos de IA, lo que contrasta con la postura más restrictiva de Penguin Random House.
Si bien la editorial no se opone al uso de la IA en su totalidad, ha dejado claro que el uso de estas tecnologías debe ser responsable y en beneficio tanto de la editorial como de los autores, quienes son los principales afectados por el uso indebido de sus obras.
Este movimiento refuerza la creciente necesidad de regulación y claridad en torno a los derechos de autor y el uso de IA generativa, un debate que seguirá tomando relevancia a medida que estas tecnologías continúan expandiéndose en el mundo creativo.
