Tecnología

Por medio de una crema dental crean un transistor comestible

Se espera que este nanodispositivo se convierta en un componente clave de las futuras píldoras inteligentes

El Instituto Italiano de Tecnología (IIT) usó una crema dental para crear un transistor comestible. Foto: Pixabay.

Un grupo de científicos del Instituto Italiano de Tecnología (IIT) desarrolló un revolucionario transistor comestible elaborado con crema dentífrica que promete ampliar las posibilidades de la electrónica alimentaria.

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Este novedoso dispositivo, que puede ser digerido sin riesgos, está destinado a alimentar píldoras inteligentes, mejorando así la administración de medicamentos y facilitando análisis clínicos. La ftalocianina de cobre, un pigmento comúnmente utilizado en la pasta dentífrica, es el componente esencial de este transistor.

Una elección inusual

La idea de utilizar crema dentífrica surgió de la doctora Alina Sharova, exestudiante del grupo de investigación, quien exploró materiales semiconductores seguros para la ingesta.

La ftalocianina de cobre fue seleccionada por su alta probabilidad de ser ingerida durante el cepillado dental, convirtiéndola en un candidato ideal para dispositivos comestibles. Se estima que una persona consume hasta 0.5 miligramos de este pigmento diariamente, suficiente para fabricar más de 10.000 transistores.

El transistor comestible tiene el potencial de convertirse en un componente clave de las futuras píldoras inteligentes, que permitirán el control de la salud desde el interior del cuerpo y se disolverán de manera segura.

Además de sus aplicaciones médicas, la electrónica comestible ofrece un impacto ambiental positivo, ya que estos dispositivos estarán hechos de materiales biodegradables. Las aplicaciones en la industria alimentaria son igualmente prometedoras, incluyendo la posibilidad de etiquetas inteligentes que prevengan falsificaciones y controlen la calidad de los alimentos, lo que podría contribuir a reducir el desperdicio alimentario.

Los investigadores están en la fase de fabricación de prototipos y planean abordar su regulación para la ingestión en colaboración con organismos como la EFSA en Europa y la FDA en Estados Unidos. Este avance se publicó recientemente en la revista Advanced Science, resaltando el potencial de la tecnología comestible para transformar la salud y el bienestar.

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