Gracias a una severa tormenta geomagnética, en varias zonas de Estados Unidos se apreciaron las auroras boreales. Este jueves, por la noche, los cielos del sur como San Antonio estuvieron llenos de tonos de magenta y verde.
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La mayoría de las veces las auroras boreales, o luces del norte como se las conoce comúnmente, suelen ser más visibles en las regiones polares de la Tierra, pero debido a la mayor actividad solar, pudieron ser vistos en diferentes estados del sur.
Tormenta geomagnética trajo a las auroras boreales a EEUU
Según la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica, la tormenta fue clasificada con 4 de 5 en severidad y permitió que el cielo estadounidense se iluminara, especialmente en Europa.
En EEUU, la zona más llamativa fue Lubbock, Texas, donde el Servicio Meteorológico Nacional compartió una imagen única: un cielo violeta y rosa impresionante. “¡GUAU! La aurora boreal está dando un gran espectáculo en el oeste de Texas esta noche”.
Otras de las zonas que se vieron las auroras fue sobre Queens, Nueva York. Pero lugares del mundo como Inglaterra, China y Australia también se compartió el fenómeno conocido como Aurora Australis, o Luces del Sur.
Las luces arrojaron una espectacular variedad de colores sobre los árboles Kissing Trees en Kinghorn, Escocia, la madrugada del viernes.
Las auroras boreales debilitadas, aunque todavía visibles, fueron avistadas detrás de una torre de observación en New Braunfels, en las afueras de San Antonio. La actividad solar visible es significativamente menos común en las regiones más al sur de los EEUU.
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¿Qué son las auroras boreales?
“Las auroras boreales son uno de los mayores espectáculos de la naturaleza. Una aurora se produce cuando las partículas cargadas procedentes del Sol chocan con el campo magnético de la Tierra”, reseña astroaficion.com.
“Estas partículas procedentes del viento solar son guiadas por el campo magnético de la Tierra y se dirigen hacia los polos. Cuando esas partículas alcanzan nuestra atmósfera chocan con las moléculas de oxígeno y nitrógeno, excitando los átomos y haciendo que estos ganen un electrón. Transcurrido un rato, al liberarse de ese electrón, devuelven la energía adquirida en forma de luz. Esta luz puede producirse con distinta intensidad y longitud de onda, que afectan al color de la luz que vemos”, agrega la web.