Por más que se tengan todos los cuidados requeridos, todos en algún momento estamos exentos a tener el horrible accidente de mojar con un vaso de agua nuestra tan preciada consola de videojuegos. También existe el caso de que se puedan humedecer por la temperatura, situación que si no se toma cartas en el asunto, pueden ser graves y dañinas.
Si tienes una PlayStation, Xbox, o alguna de las versiones de Nintendo, sigue estos cuatros datos que te daremos a continuación para que, si en algún momento te pase esto, con un poco de rapidez puedas evitar un mal mayor que lamentar.
- Apaga la consola inmediatamente: Lo primero que debes hacer es apagar la consola completamente y desconectarla de la corriente eléctrica. No la enciendas ni la vuelvas a enchufar hasta que esté seca, ya que al hacerlo los circuitos están mojados o húmedos y puede empeorar la situación.
- Retira el líquido derramado y seca la superficie de la consola: Con un paño absorbente, limpia el líquido derramado lo más rápido posible. No frotes, solo presiona suavemente para absorber la mayor cantidad de agua que se encuentre sobre la consola. Es vital realizar este paso con rapidez pero suavemente y despacio.
- Desconecta los cables y accesorios: Retira todos los cables y accesorios que estén conectados a la consola, como por ejemplo: tarjetas de memoria, discos rígidos externos, cables de alimentación, controles, etc.
- Comienza el proceso de secado natural: Si tu consola lo permite, abre con mucho cuidado para que el aire circule. Pon atención al lugar de cada tornillo o parte para cuando tengas que volver a armarla, además, ten cuidado de no tocar ningún componente electrónico con los dedos mojados.. Apoya la consola de manera que vertical para que se ventile y de ninguna manera utilices una toalla para secarla, ni la pongas al sol, al lado de una estufa ni uses un secador.
