Los astrónomos utilizaron el telescopio espacial Hubble para encontrar evidencia de un extraño agujero negro, resultando aproximadamente 8.000 veces más masivo que nuestro sol. La especialidad en el agujero es su inusual tamaño.
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Agujero negro inusual
Es mucho más masivo que un agujero negro común y corriente, del tipo que se crea cuando una estrella muerta colapsa sobre sí misma, pero tampoco es tan grande como el tipo de agujero negro supermasivo que se esconde en el centro de las galaxias y que puede albergar cientos de miles o millones de soles.
Durante años, los científicos habían estado buscando este tipo de agujeros de tamaño mediano porque podrían arrojar luz sobre las innumerables formas en que pueden formarse los agujeros negros y por qué algunos se convierten en gigantescos.
Agujeros negros de tamaño intermedio
Con años de investigación, los científicos no habían tenido suerte en encontrar ejemplos sólidos de agujeros negros en el llamado rango de tamaño intermedio, que incluiría cualquier agujero negro cuya masa esté entre 100 y 100.000 veces la del Sol.
“La gente se pregunta si es difícil encontrarlos porque no están allí o si es difícil detectarlos”, dice Maximilian Häberle, del Instituto Max Planck de Astronomía en Heidelberg (Alemania).
Omega Centauri
Recientemente, los científicos buscaron Omega Centauri, un gran y brillante cúmulo estelar, y allí vieron a una densa nube esférica de millones de estrellas se encuentra a unos 17.000 años luz de distancia.
Los agujeros negros no se pueden observar directamente, ya que su gravedad atrae todo, incluida la luz. Pero los investigadores pueden observar si la gravedad de un agujero negro está afectando a los objetos cercanos, incluidas las estrellas.
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Imágenes de hace más de dos décadas
Gracias a que el telescopio había realizado observaciones de alta calidad que se remontaban a más de dos décadas, Häberle y sus colegas pudieron medir con precisión el movimiento de 1,4 millones de estrellas en el cúmulo.
“Nuestra lista de estrellas en las que hemos medido movimientos es mucho, mucho más grande que cualquier esfuerzo anterior”, afirma, y añade que las estrellas “se mueven todas en direcciones aleatorias y como un enjambre de insectos”.