Las principales empresas de tecnología estadounidenses han aumentado los controles de seguridad de los empleados y solicitantes de empleo, lo que, según los expertos, es necesario para contrarrestar la amenaza de ciberespionaje por parte de China.
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Si bien la evaluación exhaustiva se aplica a empleados y solicitantes de todas las razas, se cree que aquellos con vínculos familiares o de otro tipo con China son particularmente vulnerables a la presión del gobierno de Beijing.
Búsqueda del control
Pero al menos un estudiante chino de posgrado en ciencias de la computación en una universidad estadounidense espera hacer de sus vínculos con China una ventaja. Zheng, que no quiere revelar su nombre por temor a represalias por parte del gobierno chino, dice que recientemente cambió su enfoque hacia la ciberseguridad con la esperanza de mejorar sus perspectivas laborales en Estados Unidos.
“El objetivo es un poco alto, pero creo que sé más sobre China como persona nacida y criada en China. Espero convertirme en una fuerza en ciberseguridad con mis propias características y tener un papel en la lucha contra los ciberataques chinos”, dijo Zheng, que busca asilo político en Estados Unidos.
Si bien Zheng afirmó que no le preocupa mucho que el aumento de los controles de seguridad afecte sus perspectivas laborales, dijo que a muchos estudiantes internacionales de su clase sí les preocupa ser excluidos de trabajos de ciberseguridad.
Control de seguridad
Google, OpenAI y Sequoia Capital se encuentran entre una serie de empresas de tecnología y capital de riesgo que han intensificado los controles de seguridad de los empleados y posibles reclutas, según un informe reciente de The Financial Times.
El periódico citó fuentes de esas empresas que dijeron que estaban respondiendo a advertencias del gobierno de Estados Unidos sobre una creciente amenaza del espionaje chino en los últimos dos años.
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Ciberespionaje chino
El director del FBI, Christopher Wray, pronunció uno de esos mensajes en un discurso en abril, diciendo que el gobierno chino ha tratado de robar “propiedad intelectual, tecnología e investigación” de las industrias estadounidenses.
En respuesta, el gobierno de EEUU ha intensificado las medidas de seguridad en los últimos dos años, incluida la actualización de sus regulaciones de control de exportaciones para restringir la capacidad de China de obtener chips informáticos avanzados e inteligencia artificial. Las advertencias reforzadas a las empresas estadounidenses son parte de esa respuesta.