Investigadores de la Universidad Bar-Ilan de Israel han cultivado “testículos de laboratorio” que esperan que eventualmente puedan aliviar la infertilidad masculina, que afecta entre el 10% y el 15% de los hombres estadounidenses.
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Se dice que los diminutos órganos artificiales, producidos a partir de células extraídas de testículos de ratón, se asemejan en estructura y función a los testículos naturales de ratón. Los investigadores, dirigidos por el Dr. Nitzan Gonen, tienen como objetivo desarrollar testículos similares a los humanos a partir de células madre humanas para ayudar a tratar los trastornos sexuales del desarrollo y la infertilidad.
Investigación
“Las clínicas de fertilidad pueden identificar algunos de los problemas que causan la infertilidad masculina (un recuento bajo de espermatozoides o una estructura anormal) pero no entendemos completamente qué causa esto, qué mutaciones del genoma llevaron a la afección o qué salió mal en el funcionamiento de los testículos, como resultado de lo cual los tubos no transportan bien los espermatozoides”, dijo Gonen la semana pasada al periódico israelí Haaretz.
“Ahora será posible estudiar estos temas dentro del sistema del modelo que hemos elaborado”, añadió.
Organoides
Los biólogos ya han generado organoides (versiones tridimensionales en miniatura de órganos inmaduros) que se asemejan al cerebro, los riñones y los intestinos, a partir de células madre.
Los organoides que formó el equipo de Gonen se cultivaron a partir de células testiculares inmaduras de ratones neonatales.
Los investigadores se dieron cuenta de que el procedimiento fue un éxito cuando identificaron estructuras similares a túbulos y una organización celular que imitaba la de los testículos in vivo.
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Funcionabilidad
Los testículos artificiales de ratón funcionaron bien durante nueve semanas, lo que, en teoría, es tiempo suficiente para que se produzca la generación y liberación de esperma de ratón. Ese proceso dura unos 34,5 días.
Los testículos tienen dos funciones principales: la producción, almacenamiento y maduración de los espermatozoides y la síntesis de testosterona, la principal hormona sexual masculina.
Hallazgos
En los hallazgos del estudio, publicado recientemente en la Revista Internacional de Ciencias Biológicas, los científicos observaron que sus organoides mostraban “signos de entrada en meiosis”, el proceso que reduce la cantidad de cromosomas a la mitad para formar espermatozoides.
La visión de Gonen es desarrollar organoides testiculares para ayudar a los niños con cáncer que tal vez no puedan producir espermatozoides funcionales.
Se tomarían biopsias antes de comenzar el tratamiento, luego se cultivaría esperma fértil in vitro y se congelaría para que pudieran usarlo en el futuro para tener hijos.
Gonen también cree que esta tecnología se utilizará en la industria ganadera.
“Es cierto que, si la ciencia puede encontrar una manera de controlar el sexo de los animales de granja y garantizar que toda la descendencia sea sólo hembras o sólo machos, la producción de la industria mejorará dos veces”, explicó Gonen a Haaretz.
“Por ejemplo, nacerán ocho hembras en lugar de cuatro hembras y cuatro machos, y los animales de la industria también se beneficiarán, porque la mitad de ellos no serán sacrificados, como se hace hoy”, añadió.
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