El agua, esencial para la vida en la Tierra, es un recurso cada vez más preciado y escaso. Aunque el planeta está cubierto en un 70% por agua, solo el 3% de esta es dulce y adecuada para el consumo humano y la agricultura. Además, más de dos tercios de esta agua dulce están inaccesibles en glaciares congelados.
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Estas cifras son alarmantes, especialmente considerando que hasta el 90% del peso corporal de algunos organismos proviene del agua y que el ser humano adulto necesita consumir alrededor de 3 litros al día para mantenerse hidratado. La escasez de agua es una realidad para millones de personas en todo el mundo.
Escasez de agua e Inteligencia Artificial, todo lo que hay que saber
Según el Informe Ambiental de las Naciones Unidas, aproximadamente 2.7 mil millones de personas experimentan escasez de agua durante al menos un mes al año, mientras que 1.1 mil millones carecen de acceso al agua potable. Esta situación se agrava con el cambio climático, y se prevé que para 2030 casi la mitad de la población mundial enfrentará estrés hídrico severo.
Pero ¿podría la inteligencia artificial ser responsable de empeorar la escasez de agua en el futuro cercano? El desarrollo y la expansión de la IA generativa han llevado a un aumento significativo en el uso de agua por parte de empresas tecnológicas, cosa que ha causado preocupación.
Los centros de datos, necesarios para mantener los servicios en línea y las aplicaciones de IA, requieren grandes cantidades de agua para enfriar sus servidores. Se estima que cada kWh de energía utilizada en estos centros de datos puede provocar la evaporación de hasta 9 litros de agua.
La IA podría acabar con el agua potable
Además, la fabricación de componentes para la IA, como los waffers, también consume grandes cantidades de agua, con bajos índices de reciclaje. Empresas como Microsoft, Google y Meta se han comprometido a mitigar su impacto ambiental y reponer más agua de la que consumen para 2030.
Sin embargo, con proyecciones que indican un uso de agua de la IA de hasta 6.6 mil millones de m³ para 2027, queda en duda si estas medidas serán suficientes para contrarrestar el impacto en la escasez de agua. Es crucial que las empresas que invierten en IA consideren el impacto de sus estrategias en el consumo de agua y desarrollen planes para reponer los recursos naturales utilizados.