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Telescopio Espacial James Webb capta el nacimiento de una estrella similar a nuestro Sol

Vientos estelares y chorros de gas chocan con polvo cósmico en esta impresionante imagen de la primera etapa de un Sol, publicado por la NASA.

Los misterios que se esconden en las profundidades del cosmos comienzan a ser revelados gracias al Telescopio Espacial James Webb. La impresionante mirada del observatorio orbital captó las primeras etapas de formación de una estrella masiva, muy similar a nuestro Sol.

El Telescopio Espacial James Webb, herramienta que fabricaron la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA), la Agencia Espacial Europea (ESA), la Agencia Japonesa de Exploración Aeroespacial (JAXA) y la Agencia Espacial Canadiense captura esta imagen sin precedentes para la exploración del universo.

La NASA explica en su sitio web que el telescopio espacial capta el “flujo supersónico de una estrella joven”, conocidos también como los objetos Herbig-Haro (HH). Se trata de regiones luminosas que rodean estrellas recién nacidas, formadas cuando los vientos estelares o chorros de gas que arrojan estos astros en sus primeras etapas, provocan ondas de choque que chocan con gas y polvo cercanos a altas velocidades.

Esta imagen de los objetos está identificada como HH 211. El Telescopio Espacial James Webb revela una salida de una protoestrella de Clase 0, un análogo infantil de nuestro Sol cuando no tenía más que unas pocas decenas de miles de años y con una masa de sólo el 8% de la actual. (con el tiempo se convertirá en una estrella como la nuestra).

Las imágenes infrarrojas son poderosas para estudiar las estrellas recién nacidas y sus flujos, porque dichas estrellas invariablemente todavía están incrustadas dentro del gas de la nube molecular en la que se formaron.

Entonces, la emisión infrarroja de los flujos de la estrella penetra el gas y el polvo que oscurecen, lo que hace que un objeto Herbig-Haro como HH 211 sea ideal para la observación con los sensibles instrumentos infrarrojos del James Webb. Las moléculas excitadas por las condiciones turbulentas, incluido el hidrógeno molecular, el monóxido de carbono y el monóxido de silicio, emiten luz infrarroja que Webb puede recolectar para trazar la estructura de los flujos de salida, reseña la NASA en su comunicado.

La imagen muestra una serie de arcos de choque hacia el sureste (abajo a la izquierda) y al noroeste (arriba a la derecha), así como el estrecho chorro bipolar que los impulsa. El telescopio espacial revela esta escena con un detalle sin precedentes: aproximadamente de 5 a 10 veces mayor resolución espacial que cualquier imagen anterior de HH 211.

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