El presidente Donald Trump se ha quejado durante mucho tiempo sobre las regulaciones que buscan proteger el planeta, entre ellas, las reglas modernas que limitan el flujo de agua en las duchas, ya que le dificultan lavar su “hermoso cabello”.
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Durante su primer mandato, Trump ordenó que se relajaran las restricciones sobre los cabezales de las duchas implementadas por Barack Obama, medida que revirtió su sucesor Joe Biden.
Ahora Trump dejará que el agua corra de nuevo.
¿Cuál fue la orden ejecutiva de Trump sobre la presión del agua?
El presidente firmó el miércoles una orden ejecutiva en la que se decreta el fin inmediato de los estándares de conservación de agua que restringen la cantidad de litros (galones) por minuto que fluyen por regaderas y otros electrodomésticos como lavavajillas, lavadoras e inodoros.
“Me gusta tomar una buena ducha, cuidar mi hermoso cabello”, declaró Trump el miércoles mientras firmaba una orden ejecutiva en la Casa Blanca. “Tengo que estar en la ducha 15 minutos hasta que se moja. Sale gota a gota. Es ridículo”.
“Lo que uno termina haciendo es lavarse las manos cinco veces más, así que es la misma agua”, agregó.
La orden instruye al secretario de Energía, Chris Wright, a rescindir de inmediato lo que Trump calificó como una “regla federal excesivamente complicada” que redefinió la palabra “regadera” durante las últimas dos presidencias demócratas.
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¿Cuál es la norma que Trump quiere eliminar?
Biden y Obama impusieron restricciones al flujo de agua en los cabezales de las duchas y otros electrodomésticos. Los estándares tenían como objetivo hacer que los lavavajillas, duchas, refrigeradores, lavadoras e inodoros usen menos energía y agua.
Pero las regulaciones “convirtieron un artículo básico del hogar en una pesadilla burocrática”, dijo la Casa Blanca en una hoja informativa. “El flujo en las regaderas ya no será débil e inútil”.
Dicha minuta informativa está lejos de ser algo técnico y más parece un panfleto propagandístico destinado a resaltar el dogma político del actual presidente de Estados Unidos: “MAGA” (Make America Great Again).
De hecho, la hoja informativa se titula “El presidente Donald J. Trump hace que las duchas en Estados Unidos vuelvan a ser geniales” (“President Donald J. Trump Makes America’s Showers Great Again”). En uno de los párrafos se destaca que “las cabezales de ducha ya no serán débiles y sin valor” y que “los cambios (de Obama y Biden) sirvieron a una agenda verde radical que empeoró la vida de los estadounidenses comunes”.
Críticas a la decisión de Trump
El Appliance Standards Awareness Project (ASAP por sus iniciales en inglés), que defiende la eficiencia energética, señaló que los estándares que se impusieron durante la presidencia de Biden redujeron las facturas de servicios públicos y protegieron el medio ambiente.
Las duchas representan alrededor del 20% del uso diario de agua en interiores de una familia estadounidense promedio, según la Agencia de Protección Ambiental. Los cabezales que ahorran agua también ahorran energía, ya que calentar agua representa aproximadamente una quinta parte del uso de energía de un hogar promedio.
Andrew deLaski, director ejecutivo de ASAP, dijo que las reseñas de los consumidores muestran consistentemente que la mayoría de los cabezales para ducha que se venden actualmente “tienen un gran flujo. Así que, con las duchas que hay a disposición actualmente, en realidad no existe un problema que resolver”.
DeLaski se refirió a la orden de Trump como una artimaña cuyo objetivo es eludir una ley de eficiencia energética de 1992, y predijo un resultado similar a las acciones de Trump durante su primer mandato, cuando ninguno de los principales fabricante de duchas hizo cambios significativos en sus productos.