La historia de Máximo Napa Castro es toda una historia de lucha y superación. El pescador que sobrevivió más de 90 días perdido en altamar en las costas de Perú fue dado de alta del Hospital Nuestra Señora de las Mercedes de Paita y ya se ha reencontrado con su familia.
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Napa Castro, de 61 años, figuraba como desaparecido tras zarpar desde el puerto de San Juan de Marcona (Ica) el 7 de diciembre de 2024. Tras recibir el alta médica se informó que está estable, pero aún continúa frágil por la travesía.
¿Cómo sobrevivió el pescador peruano que estuvo 90 días perdido en altamar?
Tras ser dado de alta, Napa Castro expresó sus ansias por ver a su madre y a su nieta, quienes fueron su inspiración cuando estuvo perdido en el mar. “Tengo a mi madre viva, no quería morir por mi madre. Tengo una nieta de dos meses, me aferré a ella, todos los días pensaba en mi madre”, relató.
‘Gatón’, como también le dicen sus amigos, recordó que, durante los últimos 15 días, tuvo que comer insectos, pájaros y hasta una tortuga para sobrevivir. “Fue un milagro de Dios”, dijo su hija, Inés, mientras sostiene una fotografía de su padre, quien “ha sido todo un guerrero”, según sus familiares.
Acompañado de su hermano, Máximo se retiró de un hospital a bordo de un mototaxi y medios locales informaron que el sábado abordó un avión con destino a Lima posteriormente, para reencontrarse con su familia en Pisco (Ica).
‘Gatón’ embarcó ese fatídico día de diciembre para atrapar huevera en Marcona, pero las condiciones climáticas hicieron que su embarcación perdiera el rumbo e ingresara a mar abierto.
A casi cien días de su desaparición, Máximo fue hallado en aguas ecuatorianas por la tripulación de un buque de atún.
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De acuerdo con el comandante de la primera base naval en Paita, Jorge Calizaya, la embarcación de Napa Castro no tenía radiobaliza, lo que dificultó su ubicación en el mar y por eso se demoró tanto su rescate.
El oficial de la Marina de Guerra del Perú explicó que el pescador se encuentra estable, pero fue necesario su traslado al hospital Nuestra Señora de las Mercedes de Paita para recibir atención especializada. “Creo que fue un hecho fortuito. No contar con la radiobaliza dificultó un poco el trabajo, es una exigencia que no cumplió, pero gracias a Dios ya está con nosotros”, manifestó.