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Discurso partidista de Trump ante el Congreso muestra la marcada división política que afecta a Estados Unidos

En un discurso récord de 99 minutos en el horario prime, el presidente se comparó con George Washington y reforzó el trabajo de su mano derecha, Elon Musk.

Donald Trump
El presidente Donald Trump se dirige a una sesión conjunta del Congreso en el Capitolio en Washington, el martes 4 de marzo de 2025. (Alex Brandon/AP)

WASHINGTON (AP) — El presidente Donald Trump prometió el martes por la noche mantener su campaña de “acción rápida e implacable” para reorientar la economía, la inmigración y la política exterior de Estados Unidos en un discurso partidista ante el Congreso, que llevó a los legisladores demócratas a expresar su desacuerdo con rostros serios, carteles con la palabra “mentiras” e incluso la inusitada expulsión del representante Al Green de Texas.

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El discurso en horario de máxima audiencia de Trump fue el último hito en su toma de control de la capital del país, donde la Cámara de Representantes y el Senado —liderados por los republicanos— han hecho poco para frenar al mandatario mientras él y Elon Musk trabajan para reducir el tamaño del gobierno federal y redefinir el lugar del país en el mundo.

La intervención, que duró un récord de 99 minutos, se convirtió en una desafiante presentación de las políticas que Trump prometió durante su campaña y que impulsó en sus primeras semanas de regreso en la Casa Blanca. Se comprometió a seguir efectuando cambios radicales para rescatar a la nación de lo que describió como destrucción y errores dejados por su predecesor. Rara vez se dirigió directamente al pueblo estadounidense, que intenta mantenerse al día con la reciente agitación, mientras que interpeló repetidamente a los legisladores demócratas sentados ante él.

A continuación, los puntos clave del discurso:

Trump se equipara con George Washington

Trump estableció un tono de división casi desde sus primeras palabras, al describir a su predecesor, Joe Biden, como el peor presidente de la historia y reprender a los demócratas por escatimarle tanto sus elogios que ni siquiera le otorgaron un aplauso de cortesía.

Se equiparó a sí mismo con el primer presidente del país, George Washington, al hablar sobre lo que describió como una avalancha de logros iniciales de su segundo mandato.

Hablaba ante una cámara dividida. Los republicanos se pusieron de pie y vitorearon. Entre los demócratas hubo silencio, con gritos ocasionales de protesta. El único aplauso llegó cuando anunció que Ucrania quería reiniciar las negociaciones de paz.

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Trump se adentró en puntos de conflicto cultural, como su oposición a la discriminación positiva, los programas de diversidad y los derechos de las personas trans.

Infló la magnitud de su victoria en noviembre, cuyo margen fue en realidad uno de los más pequeños en la historia estadounidense. El tono era más el de un discurso de campaña que el de una comparecencia ante el Congreso.

Trump describió a los demócratas como una causa perdida. “No hay absolutamente nada que pueda decir para hacerlos felices”, afirmó.

Suavizó el tono contra Ucrania

Trump ha sido implacable en su crítica al presidente de Ucrania, Volodímir Zelensky.

Pero hacia el final de su discurso, Trump leyó una carta de Zelensky que había recibido más temprano en el día. “La carta dice que Ucrania está lista para sentarse a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar la paz duradera”, dijo Trump. “Nadie quiere la paz más que los ucranianos (...). Mi equipo y yo estamos listos para trabajar bajo el fuerte liderazgo del presidente Trump para lograr una paz que perdure”.

Queda por ver si la carta marcará un deshielo en la complicada relación entre Trump y Zelensky, luego del bochornoso incidente en el Salón Oval y de que Estados Unidos congelara la ayuda militar a Ucrania en su guerra para resistir la invasión rusa.

Culpó a Biden por la crisis de los huevos

El presidente dio voz a la frustración de muchos estadounidenses por el aumento de los precios de los alimentos, en especial el disparado coste de los huevos, pero culpó a Biden en lugar de a la gripe aviar.

“Joe Biden especialmente dejó que el precio de los huevos se saliera de control, y estamos trabajando arduamente para reducirlo”, dijo Trump.

Su secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, dijo la semana pasada que los precios de los huevos podrían seguir aumentando más de un 40% este año.

La principal razón por la que los precios de los huevos han aumentado a una media récord de 4,95 dólares por docena este mes es que más de 166 millones de aves han sido sacrificadas para limitar la propagación de la gripe aviar que ha sobrepasado a las granjas en todo el país.

El gobierno anunció que el Departamento de Agricultura invertirá otros 1.000 millones de dólares, además de los aproximadamente 2.000 millones de dólares que ya ha gastado en la lucha contra la gripe aviar desde que comenzó el brote en 2022.

Trump elogia a Musk como su mano derecha

Trump elogió a Elon Musk, el multimillonario a quien ha encargado la reestructuración del gobierno federal y se ha convertido en su mano derecha en el gobierno. Los demócratas intentaron refutar de palabra al presidente gritando “falso” ante algunas de sus afirmaciones de éxito.

Musk, sentado en el palco, se levantó cuando los republicanos lo aplaudieron. Los demócratas sostenían carteles que decían “Musk roba”.

El presidente dijo que Musk ha encontrado “cientos de miles de millones de dólares en fraude”, exagerando enormemente los logros de su equipo. Por ejemplo, muchos contratos cancelados ya estaban pagados por entero, de modo que anularlos no supuso un ahorro para el gobierno.

La guerra arancelaria

Hace mucho que el presidente ve al mercado de valores como una estrella guía. Pero ignoró las pérdidas de Wall Street que eliminaron las ganancias desde las elecciones de noviembre.

El mercado de valores ha ido cayendo mientras Trump impone aranceles a Canadá y México, socios comerciales críticos que han respondido con sus propios gravámenes. La disputa amenaza con aumentar los costes para los consumidores estadounidenses incluso cuando el presidente promete reducir los precios.

Trump no mostró interés en retroceder, describiendo los aranceles como parte integral de su programa político: “Los aranceles van de hacer a Estados Unidos rico de nuevo. Y está sucediendo y sucederá bastante rápido. Habrá una pequeña perturbación, pero nos parece bien”.

El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, describió antes el martes los aranceles de Trump sobre las importaciones canadienses como simplemente “una cosa muy tonta”.

Trump mucho más divisivo e intransigente

El presidente siempre ha disfrutado de su reputación de duro interlocutor. Pero una mirada atrás a 2017, cuando Trump dio su primer discurso ante el Congreso en su primer mandato, muestra cómo se ha vuelto aún más intransigente.

Hace ocho años, habló sobre trabajar con Trudeau para apoyar a las mujeres emprendedoras en ambos países. Rindió homenaje al “camino de nuestra nación hacia los derechos civiles”. Dijo que “una reforma migratoria real y positiva es posible”. No hubo referencia a Barack Obama, a quien reemplazó en la Casa Blanca.

Ahora Trump está enfrentado con Trudeau por los aranceles. Utilizó su discurso para criticar las iniciativas de diversidad, equidad e inclusión, que ha ido eliminando rápidamente en todo el gobierno federal. Sus comentarios sobre inmigración se centraron en la deportación de criminales. Y se burló repetidamente de Biden.

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