El pasado jueves, el estado de Nueva York demandó a algunos de los principales distribuidores de cigarrillos electrónicos, los ‘vapes’, del país, acusando a las empresas de violar las leyes estatales que prohíben la venta de sabores y diseños de vapeo que atraen a los niños.
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La fiscal general Letitia James anunció la demanda, dirigida a intermediarios que distribuyen cigarrillos electrónicos con sabores a frutas y caramelos, como Puff Bar y Elf Bar, a cientos de tiendas de conveniencia y estaciones de servicio de todo el estado. Este enfoque difiere de litigios anteriores presentados por Nueva York y otros estados, dirigidos contra los fabricantes de dispositivos de vapeo, como Juul Labs.
Ninguno de los productos está aprobado por los reguladores de salud federales, pero continúan siendo enviados a Estados Unidos, a menudo etiquetados de forma engañosa como baterías, teléfonos celulares u otros productos.
La queja legal del estado, de casi 200 páginas, señala “pruebas generalizadas de conducta ilegal, incluidos documentos que muestran envíos ilegales de productos de vapeo saborizados a Nueva York”.
Además de esto, la denuncia también apunta en imágenes como algunos de estos cigarrillos electrónicos son de colores brillantes que se asemejan a refrescos y caramelos y vienen en sabores como “osos frutales congelados”, “algodón de azúcar” y “leche de dona de cereal de fresa”.
¿Cuáles son algunas de las marcas señaladas en la demanda de Nueva York a los distribuidores de ‘vapes’?
Entre las empresas mencionadas en la demanda están Demand Vape de Nueva York, Evo Brands de California, Safa Goods de Florida y Midwest Goods de Illinois.
Según la demanda, “Demand Vape mantiene estrechos lazos con fabricantes internacionales, de tal manera que su cofundador viaja frecuentemente a China, donde se originan los productos de Demand Vape, para dirigir el desarrollo de sabores y mercadeo”.
Recordemos que todos los sabores de vapeo, excepto el tabaco, están prohibidos en Nueva York desde 2020. “Durante demasiado tiempo, estas empresas han pasado por alto nuestras leyes para lucrar a costa de nuestros jóvenes, pero no arriesgaremos la salud y seguridad de nuestros niños”, dijo James en un comunicado.